Guadalajara, Jal., 17 de enero.

Jóvenes originarios de Michoacán, Zacatecas y Nayarit, que dejaron de estudiar en instituciones de sus respectivas entidades, debido a la violencia, y se inscribieron en la Universidad de Guadalajara (UdeG) incrementaron hasta 30 por ciento la matrícula de los campus que esa institución tiene en las zonas limítrofes con estos estados, informó el rector Tonatiuh Bravo Padilla.

Al presidir un análisis ante los representantes de los medios sobre las expectativas para 2014, Bravo Padilla consideró la violencia como principal problema que atiende la UdeG, con casos como el de Michoacán donde se percibe descomposición parcial de la entidad.

Dijo que la mayor inscripción se ha detectado en el Centro Universitario de la Ciénega, ubicado junto al Lago de Chapala, en los límites con Michoacán, sobre todo en bachillerato, en el cual en dos años aumentó la cifra de alumnos provenientes de la entidad vecina para estudiar en planteles en La Barca, Ocotlán o Atotonilco.

Explicó que en el Centro Universitario del Norte, con sede en Colotlán, se detectó un alza de entre 15 y 20 por ciento de alumnos provenientes de Zacatecas.

Destacó que cuando aumenta la violencia en la región donde se localiza Colotlán, sobre todo en la carretera federal 23, que une a Guadalajara con Zacatecas, la asistencia de alumnos y maestros baja notoriamente.

Bravo Padilla agregó que en el Centro Universitario de la Costa Norte, ubicado en Puerto Vallarta, el 15 por ciento de los aspirantes a cursar bachillerato o alguna carrera son originarios de Nayarit, sobre todo de municipios que integran la Riviera del referido estado.

También en la capital Guadalajara y su zona conurbada, los centros universitarios de la UdeG han tenido un aumento de alumnos provenientes de Coahuila, aunque en menor medida.

Indicó que para cubrir la demanda están los centros universitarios de reciente creación, como el de Tonalá, que cuenta con 3 mil lugares en bachillerato y licenciaturas.