Pumas: crisis desde la cantera
América anda en el limbo: sin Herrera ni Mohamed
a crisis de Pumas no sólo es de este torneo y del anterior, sino desde el tiempo en que dejaron de ser la cantera del futbol mexicano. Hace muchos años, los universitarios tenían jugadores, literalmente, para dar y prestar: no había un equipo de primera división que no contara con algún canterano auriazul. Ahora no tienen ni para completar una alineación en un insólito plantel que tiene en sus filas a ocho elementos no nacidos en el país.
La cantera de Pumas se agotó. O la agotaron, al adoptar decisiones equivocadas. Hace tiempo, el ex jugador Abraham Nava criticó, desde dentro, la política que actualmente se sigue en las fuerzas básicas del club.
Nava Balay, quien fue un fino defensa central, habló que en las hermosas instalaciones de La Cantera impera el nepotismo, el compadrazgo, una mafia de cuates
controlada por Guillermo Vázquez padre. Por eso, dijo, no surgen futbolistas de calidad y se privilegia a los recomendados, que llegan al primer equipo sin la capacidad suficiente.
Así que los Trejo (Mario y José Luis) podrían seguir o no al frente del equipo, pero si la UNAM no modifica desde las bases, difícilmente el que llegue cambiaría el rumbo, así se llame Hugo Sánchez, cuyo ego debió haberse agrandado (si esto es posible) al escuchar su nombre vibrar en el estadio Olímpico Universitario.
En más asuntos de la parte baja de la clasificación, el Atlante le puso emoción al descenso al vencer como visitante al Atlas azteco. Con un solitario gol de Narciso Mina –quien por fin tuvo un momento de respiro desde aquella final ante el León–, los Potros redujeron a cinco puntos la distancia con la Academia.
El partido en el estadio Jalisco fue tan malo, que los dos equipos merecían descender, aunque el directivo Toño García ya debe estar preparando alguna argucia para evitar que los azulgranas pierdan la categoría, como lo hizo hace algunos años.
Toluca y Cruz Azul dominan la parte alta. Los rojos de Saturnino siguen con la buena inercia de la campaña anterior, ahora apuntalados con refuerzos guaraníes escogidos con buen tino por su timonel y con un Alfredo Talavera que reclama un lugar en el Tri.
Los Cementeros se repusieron de sus ausencias y festejaron con una victoria sus 50 años. Cruz Azul es uno de los equipos que nació grande. En pocos años se ganó el apodo de La Máquina, pero Guillermo Álvarez Cuevas no pudo mantener el rumbo marcado por su papá y los celestes viven una época de vacas flacas, con apenas un título en las últimas tres décadas.
Los nuevos fanáticos cementeros añoran aquellos grandes jugadores como Miguel Marín, Fernando Bustos, Alberto Quintano y compañía, pero muchos de ellos no han visto coronarse a su escuadra, en un equipo donde la culpa sí está más focalizada: Álvarez Cuevas y sus técnicos y jugadores elegidos no por la calidad, sino por los intereses de un promotor radicado en Miami.
Por su parte, el América está en el limbo. Lo que sí es seguro es que se fue Miguel Herrera, lo que no se sabe es cuándo llegará Antonio Mohamed. El Turco aseguró que encontró un equipo aceitado, con buen funcionamiento, pero luego de tres fechas las Águilas perdieron las variantes ofensivas que tenían con el Piojo y no se nota el aporte táctico del Turco.
América suma dos triunfos en casa gracias a la benevolencia arbitral y ya es tiempo que Mohamed tome las riendas de un equipo que a nada juega, muy distinto a aquel del año pasado que llegó a dos finales.
Otro que sigue sin aparecer es Ricardo Ferretti con los Tigres. El equipo de la UANL tiene una de las nóminas más altas de nuestro futbol, pero la campaña pasada clasificó de lágrima (en el octavo puesto) y en esta es el único conjunto sin anotar. El Tuca se había escudado en el arbitraje, pero ya se quedó sin pretextos y se mantiene en la banca por un hilo muy delgado.
Esta semana los federativos presentaron el plan rumbo al Mundial de Brasil. Se tendrán seis partidos de preparación y una gran dosis de optimismo. Reconocen que el Tricolor clasificó por la puerta de atrás, pero plantean llegar como mínimo a cuartos (el famoso e imposible quinto partido) y Herrera va a más al suspirar por la final.
Se trata de las clásicas cuentas alegres de México en las Copas y aún se recuerda que casi lo mismo se decía para el lejano Argentina 78, cuando se hablaba de triunfos sobre Túnez y Polonia y un empate ante Alemania. La realidad fue cruel: el equipo de José Antonio Roca recibió 12 goles, anotó dos y terminó en el último lugar del torneo.