Sin la presencia del presidente Enrique Peña Nieto ni de los principales protagonistas de la clase política, pero con la misma estructura sindical que dejó la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, aseguró, al conmemorar el 70 aniversario de la organización, que ésta vive una nueva etapa organizativa e institucional ajena a dogmatismos, rigideces o verticalismos.

Ante la dirigencia del gremio, el líder dio, una vez más, su respaldo a la reforma educativa. En correspondencia, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, dijo que sin el SNTE esta transformación no hubiera sido posible. Así, advirtió que denostar a los maestros de México es denostar a la República.

El Palacio de Bellas Artes fue el escenario de la celebración de esta organización, que por primera vez en 24 años festejó su aniversario sin la presencia de Gordillo Morales, a quien ni siquiera se mencionó.

En este festejo tampoco hubo pasarela de gobernadores ni de integrantes del gabinete, como ocurría en años anteriores en los actos protocolarios, si bien asistieron Raúl Cervantes, presidente de la mesa directiva del Senado; el presidente de la Comisión de Educación de ese órgano legislativo, Juan Carlos Romero Hicks, y Ricardo Anaya, presidente de la mesa directiva de la Cámara dde Diputados.

Incluso hubo legisladores y organismos que mandaron sólo a sus representantes, como el senador Emilio Gamboa, quien encomendó esta tarea a su colega Daniel Amador Gaxiola, o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Rápido discurso

Díaz de la Torre, quien leyó su mensaje con una rapidez inusual, previo al concierto de gala de la Orquesta Sinfonica Nacional, insistió en que el objetivo fundamental del SNTE es luchar por el respeto de los derechos de sus agremiados, y aseguró que en los próximos meses y años profundizaremos la vida democrática del gremio, mediante una estructura más horizontal, que reduzca la brecha entre sus órganos de dirección y los maestros de base. Seremos un sindicato más representativo, que les cumpla a todos sus miembros.

El centro de su discurso fue el compromiso con el cambio de la organización. Al igual que su antecesora, prometió rendir cuentas a los agremiados y a la sociedad sobre el uso de los recursos y convertir al SNTE en el sindicato más transparente del país, porque, según dijo, pretende que se coloque como un referente internacional en esta materia.

Señaló que los gremios no se deben limitar a administrar la relación laboral, y subrayó que buscará construir un verdadero sindicalismo de servicio, que permita a los docentes tener acceso a capacitación, salud, seguridad social, cultura y recreación. Por ello, reiteró su anuncio de lanzar un programa de formación de maestros con recursos del sindicato, y convocó a las autoridades federales y estatales a acelerar la reforma del normalismo.

Como representante del presidente, Chuayffet Chemor insistió en que la reforma educativa busca darle mayor certeza a los docentes, mejores condiciones de enseñanza y capacitación, por lo que no atenta contra ninguna conquista sindical. Todos sus derechos individuales y colectivos se mantienen intactos y más vigentes que nunca.