Reclutará destacados universitarios para ser tutores de estudiantes
Martes 21 de enero de 2014, p. 35
La Secretaría de Educación Pública (SEP) aplicará nuevos protocolos de intervención en materia de seguridad en los planteles federales de bachillerato, a fin de frenar el acoso estudiantil que sufren siete de cada 10 alumnos. También impulsará acciones para disminuir el consumo de alcohol, tabaco y drogas, prevenir el embarazo adolescente e incluso la depresión, como parte del rediseño del programa Construye-T.
Al presentar las cinco estrategias para frenar las conductas de riesgo en ese nivel educativo, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Media Superior, reconoció que el programa se encuentra en un proceso de revisión exhaustivo
, a fin de impulsar el desarrollo de habilidades socioemocionales en los alumnos; la capacitación de docentes, directivos y padres de familia, así como la realización de talleres, jornadas y caravanas informativas.
También se elaborarán protocolos, guías y manuales escolares con lineamientos específicos de actuación para enfrentan situaciones y conductas de riesgo
. Para dicha tarea se contará con una inversión de 350 millones de pesos.
Actualmente se diseñan los protocolos de seguridad para planteles públicos de bachillerato, los cuales, como sus similares en educación superior, fijarán mecanismos de vinculación con autoridades de seguridad y estrategias de actuación ante situaciones de riesgo. Informó que sostiene reuniones con directores de planteles federales para detallar el conjunto de intervenciones
.
En el acto, al que asistió Marcia de Castro, coordinadora residente en México del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Tuirán Gutiérrez, alertó que pese a la alta incidencia de maltrato escolar, estudiantes y docentes con frecuencia hacen como que no ven y no saben cómo impedirlo, lo que agrava la situación, pues no existe cultura de la denuncia
.
Entre las acciones que impulsarán se incluye el proyecto Enseña por México, con el que se buscará reclutar a los más destacados egresados universitarios para que sean conferencistas y tutores de estudiantes en planteles de bajo desempeño. Además, se mantendrá actualizada la información sobre las conductas de riesgo.
Los dilemas a los que se enfrentan los jóvenes, dijo, demanda de una intervención integral que se buscará aplicar a partir de septiembre próximo en 2 mil 500 planteles de bachillerato federal, de un total de 8 mil 500 escuelas públicas de educación media superior y 6 mil particulares. La meta es que al final de este sexenio se aplique en todos las escuelas públicas.
Destacó que el diagnóstico elaborado por la dependencia revela que 38 por ciento de las alumnos de planteles públicos y 22 por ciento de los privados piensan que sus planteles son peligrosos por la presencia de pandillas, venta de drogas o posesión de armas de sus compañeros.
Indicó que de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Violencia, Tolerancia y Exclusión, elaborada por la dependencia en 2013, cuyos datos dio a conocer La Jornada en diciembre pasado, siete de cada 10 jóvenes en bachillerato han sufrido algún tipo de violencia sicológica, verbal o física de parte de sus colegas.
De ellos, uno de cada cuatro sufre ataques reiterados, pero en contraste sólo 4 por ciento de los jóvenes se reconoce como agresor. Entre las consecuencias, advirtió, se incluye el deterioro de su rendimiento escolar, pues los jóvenes que enfrentan acoso constate tienen una tasa de ausentismo escolar 30 por ciento mayor.
En el caso de las redes sociales se detectó que 12 por ciento de los estudiantes han experimentado la burla de sus pares; 8 por ciento se vieron expuestos a la difusión de mentiras, y 6 por ciento sufrieron la invasión de sus cuentas electrónicas.
En cuanto al consumo de drogas, reconoció que al menos 3 por ciento han consumido cocaína, 12 por ciento han fumado mariguana, y al menos 50 por ciento han tomado bebidas alcohólicas en alguna ocasión. Además, se detectó que 43 por ciento de los alumnos se han sentido solos, 26 consideran que su vida es un fracaso y al menos 7 por ciento han intentado suicidarse.