El Museo Soumaya celebra su 19 aniversario con Paisaje europeo, exposición montada en su sede de Plaza Loreto, la cual aborda la idea del Grand Tour, que evoca el primer turismo internacional, por medio de 50 óleos, 24 de ellos nuevas adquisiciones de la Fundación Carlos Slim, que se exhiben por vez primera.

Los cuadros se complementan con 10 objetos más, como un biombo de seis hojas titulado precisamente Grand Tour, de la primera mitad del siglo XVII, y estuches de viajero completos con utensilios para comer.

Las obras de reciente adquisición se suman a la colección de vedute, es decir, vistas de paisajes históricos, arqueológicos, naturalistas, civiles, de costumbres y caprichos del acervo del Museo Soumaya.

Incluyen Vista de París desde la Plaza Delfín, de Pierre-Antoine Demachy, segunda mitad del siglo XVIII; Paisaje con pescadores, de Klaes Molenaer, segunda mitad del XVII; Paisaje del río Escalda, cerca de Amberes, de Peter Tilhemans, y Festín de pueblo, de Joost Carhelisz, fechada en marzo de 1661, entre otras.

Estas 24 obras no son las únicas que ha adquirido la Fundación Carlos Slim. Su compra va en función de bordear nuevas lecturas y completar discursos, expresa Alfonso Miranda.

El director del Museo Soumaya reconoce que la colección del recinto ha tenido muchas críticas en el sentido de que es un acervo disímbolo; hay muchos objetos que no tienen interconexiones. Considera que eso sucede al inicio de todas las colecciones y la del Soumaya es una muy joven, al igual que el museo.

Agrega que hoy día se ha institucionalizado y eso ha permitido trazar otras rutas, aunque nuestra vocación sigue siendo la de traer arte que es difícil de ver en la realidad mexicana y latinoamericana, también repatriar obras. Habrá sorpresas para 2014, asegura.

Desde finales del siglo XVII era costumbre entre los jóvenes aristócratas ingleses realizar un viaje hacia las principales ciudades de Francia y los reinos italianos. Esto dio origen al llamado Grand Tour, término acuñado por Richard Lassels en su libro El viaje a Italia (1670). Los paseantes adquirían vistas realizadas por artistas locales, como recuerdo de la luz y la arquitectura mediterráneas.

Viajar para conocer mundo

El estudioso Salvador de Pinal-Icaza señala que “los jóvenes nobles entre 12 y 18 años viajaban al continente, en especial a Italia, las más de las veces en pequeños grupos que incluían perceptor, mayordomo y otros integrantes de un séquito para conocer mundo y adquirir cultura. Algunos príncipes de casas reinantes hacían lo mismo y viajaban bajo un nombre de incógnito para evitar problemas de protocolo en las cortes que visitaban. El Grand Tour duraba de uno a tres años”.

La visita obligada a Italia, “con sus maravillas de arte y cultura, merecía ser recordada toda la vida. Por ello, acorde con las posibilidades de cada quien, los viajeros regresaban a su patria con cargamentos que incluían ánforas griegas, esculturas romanas, vedute de Canaletto y en muchos casos retratos al óleo del propio viajero.

En el siglo XIX los recuerdos se simplificaron y consistieron en grabados y, a partir de 1860, fotografías, desde las pequeñas tarjetas de visita, hasta formatos mayores, para construir un museo imaginario que ayudara a apoyar a la memoria.

De acuerdo con Héctor Pahlares, responsable del departamento de curaduría e investigación del Museo Soumaya, estamos ante la obra que plantea el antecedente del turismo moderno. Paisaje europeo abre una guía de viaje y seleccionamos los lugares que vamos a visitar.

La muestra se divide en los núcleos temáticos, Del origen: el género flamenco y El itinerario italiano, que se subdividen en Roma y Nápoles y Venecia y sus vedutes.

El Museo Soumaya Plaza Loreto se ubica en avenida Revolución y Eje 10 Sur, Tizapán San Ángel, y está abierto de miércoles a lunes, de 10:30 a 18:30 horas.