La construcción del estadio presenta retraso
Miércoles 22 de enero de 2014, p. a14
Río de Janeiro, 21 de enero.
El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, advirtió que Curitiba puede ser excluida de las 12 sedes del Mundial de Brasil 2014 si no garantiza progresos en la entrega de su estadio, el Arena da Baixada, con severos retrasos.
Es una situación de emergencia
, dijo el dirigente en una rueda de prensa después de su visita al inmueble, e indicó que su expectativa es que las conversaciones que tuvimos con el gobierno del estado y la alcaldía de Curitiba generen resultados para que la ciudad no se quede fuera de la Copa
, a realizarse del 12 de junio al 13 de julio.
El estadio, propiedad del Atlético Paranaense, es el más atrasado de los 12 que albergarán partidos del Mundial. A poco menos de cinco meses para la justa, las obras en este recinto llevan un avance de 88 por ciento, según el club.
La cuestión es delicada. Seamos francos y directos. La situación actual del estadio no es de nuestro agrado. No sólo está muy atrasado, sino que está lejos de cualquier buen cronograma de entrega para la FIFA
, señaló Valcke.
La FIFA había exigido que los seis estadios restantes fueran entregados a más tardar el 31 de diciembre para organizar con tiempo los eventos de prueba antes del Mundial. Hasta ahora, el único que será inaugurado es el Arena das Dunas de Natal, este miércoles.
La inauguración del inmueble de Curitiba estaba prevista para el 26 de marzo, pero no se ha anunciado una nueva fecha.
Valcke exige que el estadio muestre algún progreso el 18 de febrero: Es necesario que se hagan obras que nos permitan confiar en que es posible realizar la Copa del Mundo aquí. Como está, hoy es un peligro. No hay una fecha límite, no hablamos más de eso
, indicó el representante de la FIFA.
Está previsto que la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, que participa del Foro Económico Mundial en Davos, se reúna con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, este jueves, después que ambos protagonizaran roces por los retrasos en la organización.
Blatter había criticado el hecho de que Brasil iniciara tarde los preparativos para la Copa, pese a que ganó la organización del evento hace siete años.