as últimas semanas han sido pródigas en buenas noticias sobre el cine mexicano. Por un lado se tienen con La jaula de oro, película en la que se narra crudamente la realidad que viven los migrantes centroamericanos en su viaje hacia Estados Unidos a través de México. Fue la más premiada el año pasado (41 galardones) y sigue recibiendo reconocimientos. Como su postulación a mejor película iberoamericana en los Goya, que en España adjudican a lo mejor de la cinematografía de ese país y del exterior.

Por otro lado, Alfonso Cuarón hace historia: es el primer mexicano    en ganar uno de los Globo de Oro que concede la prensa estadunidense. Lo eligieron como mejor director por Gravedad. También obtuvo la máxima distinción del Sindicato de Productores de Estados Unidos y espera ganar mañana el galardón de los directores. Además es uno de los cinco cineastas que competirán por el Óscar de la academia estadunidense de cine. Igualmente encabeza  la lista de aspirantes a los premios de la academia británica.

Por su parte Amat Escalante ganó la presea como mejor director en la última edición del Festival de Cannes por su película Heli, distinguida con otros importantes premios. Con justa razón los integrantes de la  Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de México la escogieron para competir por el Óscar a la mejor película extranjera.

Pero esta elección no agradó al comediante Eugenio Derbez, quien esperaba que la película elegida fuera una de su autoría. Nos referimos a No se aceptan devoluciones. Aislinn,  hija de Eugenio, expresó la molestia familiar por no ser nominados: “Me da tristeza porque creo que es el momento de hacer cine y películas que fomenten más la conciencia y las cosas bonitas de la vida y no sólo las feas. Es triste ver que siempre mandan películas que retratan la violencia, narco, secuestros, que sí existen, pero ¿para qué seguir llenándonos la cabeza de porquerías?” En cambio, la película que dirige su papá está llena de valores positivos y podría seducir a los votantes de la academia de cine de Estados Unidos.

No se aceptan devoluciones recrea la vida de un padre soltero que de la noche a la mañana tiene que aprender a criar a su hija. Comparte éxito comercial con Nosotros los Nobles, del clan que preside el publicista Carlos Alazraki, el que acuñó la frase “los derechos humanos son para  los humanos no para las ratas” por encargo del entonces gobernador del estado de México, Arturo Montiel,  con bien ganada fama de corrupto.

Pero los Alazraki, a diferencia de la familia Derbez, reconocen que hacen cine para divertir y no les interesan los premios ni los concursos. Y si el dinero llega con el éxito de la película… bienvenido. A Derbez ya le enseña Cuarón cómo conquistar Hollywood. En lograrlo, el talento ayuda mucho.