Ante el deterioro y las amenazas que enfrentan los humedales con los desarrollos turísticos y urbanos, así como con la contaminación –en México se han perdido 6.9 millones de hectáreas de ellos–, en las próximas semanas la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) presentará la Política Nacional de Humedales.

En el borrador del documento se indica que en el planeta se ha perdido la mitad de la superficie de humedales y en el país quedan 9 millones de hectáreas. Hay 81 sitios de manglar con relevancia biológica y con necesidades de rehabilitación ecológica a escala nacional.

Refiere que en la construcción de esta política se sigue el principio precautorio, que implica que cuando exista peligro de daño grave o irreversible, o incertidumbre acerca de los efectos de un proyecto o actividad sobre los humedales, las autoridades ambientales instarán a la aplicación de las medidas necesarias para impedir el deterioro de estos ecosistemas.

Se plantea que la conservación y el aprovechamiento sustentable de los humedales sólo se puede lograr si se consideran las dimensiones social, ambiental y económica asociadas para plantear un manejo integral, involucrando a todos los actores relacionados. Este enfoque deber traducirse en una gestión pública humanista de los humedales, que se base en el reconocimiento de la integración que existe entre la naturaleza y la cultura.

Precisa que las condiciones hídricas que caracterizan a un humedal están definidas por la interrelación de los factores topográficos, climáticos y geológicos tanto del área como de la cuenca en donde se ubica, así como por los usos, estado de conservación y funcionalidad de la cuenca.

Precisa que de acuerdo con el Inventario Nacional de Humedales de 2012 en México hay 6 mil 331 complejos de humedales y humedales en más de 9 millones 924 mil hectáreas, lo que representa aproximadamente 5 por ciento del territorio nacional. Los estados que cuentan con la mayor superficie de humedales son Campeche, con 26 por ciento de los existentes a escala nacional; Tabasco, con el 16 por ciento, seguidos por Chiapas y Veracruz de Ignacio de la Llave, con nueve por ciento.

De esta manera el crecimiento de los asentamientos humanos y el desarrollo de actividades y de infraestructura, tanto en el interior del país como en zonas costeras, ha generado una serie de impactos en los humedales del país, lo que ha resultado en la disminución de su capacidad de proveer servicios ambientales.

Indica que en México se calcula que en el periodo de 1993 a 2002 los humedales se redujeron en 95 mil hectáreas, Otros datos hasta 2012 refieren que en una comparación de los humedales potenciales con el estado real que tenían, se había observado pérdida en 384 municipios. Los resultados, agrega el borrador, señalan que 139 municipios perdieron más del 75 por ciento de su superficie de humedales; 81 habían perdido entre el 51 y el 75 por ciento: en 88 municipios habían desaparecido entre el 26 por ciento y el 50; y en 76 municipios había desaparecido entre hasta el 25 por ciento. En total se calcula que se han perdido 6. 9 millones de hectáreas de humedales en un periodo de 30 a 40 años.