Nueva York, 24 de enero.

Con un Peyton Manning imparable y unos Halcones Marinos impenetrables se vislumbra el primer Supertazón al aire libre en una ciudad de clima frío.

La NFL, los aficionados que dentro de una semana se congelarán en los Meadowlands y los más de 110 millones que lo verán por televisión no pueden tener mejor duelo.

Denver, con Manning al frente, fueron los mejores de la Conferencia Americana (13-3), anotando más puntos (606) en la historia de la liga, con 55 de sus anotaciones mediante pases de su mariscal de campo, que trituró el récord de Tom Brady (Nueva Inglaterra).

Gracias a su condición de locales los Broncos vencieron a San Diego y Nueva Inglaterra para acceder a su primer Superbowl desde que John Elway tenía el papel de Manning en la edición de 1999.

Seattle registró la misma marca para mandar en la Conferencia Nacional, para luego doblegar a Nueva Orleáns y a San Francisco, con un despliegue implacable de su defensa que hizo evocar a los Cuervos de 2000.

Los Halcones Marinos apenas permitieron 231 puntos, mientras Denver anotó 230 en sus primeros cinco partidos.

Es el desafío al que uno aspira, dijo Richard Sherman, el estelar cornerback de Seattle, quien ha captado la atención tras su combativa reacción al término de la reciente victoria sobre San Francisco.

Por su parte, Manning busca la forma de hacerles daño: Apenas estoy estudiándolos, pero de lo poco que he visto hasta ahora, no cabe duda que es una excelente defensa.

Esta es la sexta vez que la mejor ofensiva de la NFL en cuanto a puntos choca contra la defensa más dominante en el Supertazón.

La ventaja ha sido para la defensiva, al ganar cuatro de cinco partidos. Green Bay sobre Kansas City en el primero; Pittsburgh sobre Dallas (1979); San Francisco sobre Miami (1985), y Gigantes de Nueva York sobre Búfalo (1991). La excepción a la regla se dio en 1990, cuando los Broncos no pudieron frente a Joe Montana, Jerry Rice y compañía al perder 55-10, en el resultado más desigual en la historia del Superbowl.

Lo que verdaderamente sazona este duelo de ataque contra la zaga es la brillante capacidad de Manning para adaptar su juego a las circunstancias.

Él entiende que las defensas buscan detectar patrones y similitudes, reconoce las formaciones y a los jugadores, dijo Sherman, quien encabezó la NFL con ocho intercepciones y aseguró el triunfo ante los 49ers al manotear un pase que su compañero Malcolm Smith acabó interceptando.

Cambia jugadas de forma constante. Con un mariscal de campo de ese tipo es duro encontrar alguna falla, pillar una tendencia, algo que puedas aprovechar, aceptó.

Por otra parte, Denver no ha lidiado ni de cerca con la asfixiante defensa de Seattle. Una abrumadora rotación al frente que también incluye un grupo de linebackers –Bobby Wagner será el mejor en esa posición en este partido y fue menospreciado para el probowl– y se complementa con la mejor secundaria del planeta.

Ésta, encabezada por Sherman y el safety Earl Thomas, cargará con la responsabilidad de neutralizar a los blancos con los que Manning compiló sus espectaculares estadísticas: Demaryius Thomas, Eric Decker, Wes Welker y Julius Thomas.

Como los Halcones prefieren coberturas mano a mano, la esencia de este Supertazón estará en esos duelos.