Ofrece liberar a detenidos si cesan las protestas violentas
Sábado 25 de enero de 2014, p. 18
Moscú, 24 de enero.
El presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich –al proponer liberar a los detenidos en los enfrentamientos recientes a cambio de que los opositores cesen la resistencia violenta–, puso a los líderes de la protesta en una situación incómoda frente a los activistas más radicales, que suman miles y votaron esta madrugada abandonar las negociaciones.
Al mismo tiempo, Yanukovich rechazó las principales demandas de la oposición, incluida la de celebrar elecciones anticipadas tanto para presidente como para disputados, el borrón y cuenta nueva que sus adversarios consideran indispensable para un arreglo político de la actual crisis.
En contraste, las concesiones que el jefe del Ejecutivo ucraniano dice estar dispuesto a hacer –cambios en la composición del gobierno y ajustes en el paquete de leyes que limitan el derecho de reunión y de expresión– están sujetas a votación en una Rada en la que los diputados oficialistas cuentan con mayoría, sin ninguna garantía de que sigan la línea que marque la presidencia, en el supuesto de que existiera esa voluntad política.
En tal contexto, con un mandatario que se presenta como conciliador, detener el derramamiento de sangre es prioritario también para los líderes de la protesta, pero es poco para los activistas que esperan acuerdos de cumplimiento obligatorio.
Yanukovich, según sus críticos, pone en tela de juicio la disposición a satisfacer las demandas de la oposición al dejar abierta la puerta a un amplio margen de interpretación en sus ofertas.
Sostienen, por ejemplo, que exige desmantelar la protesta, pero no se compromete a liberar a todos los detenidos, sino sólo a aquellos que no han cometido delitos graves
, reservando para las autoridades la prerrogativa de decidir quién puede beneficiarse de la amnistía y quién seguirá preso por participar en los choques con la policía. La más reciente cifra oficial mencionaba 75 detenidos, pero los opositores estiman que ya sobrepasa el centenar.
Yanukovich, lamentan, tampoco quiere ejercer la facultad presidencial de decretar la disolución del gobierno y delega el controvertido tema a un Parlamento cuya mayoría oficialista se opone, si bien el mandatario comentó hoy que el primer ministro, Nikolai Azarov, debería considerar la posibilidad de presentar su dimisión de modo voluntario en aras de la estabilidad en el país.
Pero si se suspenden definitivamente las negociaciones y se reanudan los enfrentamientos violentos, las autoridades tendrán argumentos adicionales para acusar de intransigencia a la oposición y proceder a realizar cientos y hasta miles de detenciones, conforme a las nuevas leyes.
Por eso, Vitali Klichko, del partido UDAR (Golpe), Arseni Yatseniuk, de Batkivschina (Patria) y Oleg Tiagnibok, de Svoboda (Libertad), piden paciencia a sus seguidores y quieren continuar las negociaciones para tratar de alcanzar entendimientos concluyentes con Yanukovich.
Los próximos días serán decisivos para el desenlace de esta crisis en Ucrania, producto de la prolongada confrontación entre gobierno y oposición, aunque falta por ver si se concreta un arreglo consensuado o, cancelado el diálogo, una de las partes se impondrá mediante el uso de la fuerza.