Acapulco, Gro., 24 de enero

Debemos hacer un esfuerzo para que lo que hicieron los jóvenes en el movimiento estudiantil de 1968 no se olvide, señaló Carlos Payán Velver, quien participó en la presentación del libro Otras voces y otros ecos del 68, compilado por Salvador Martínez della Rocca, El Pino, con motivo del aniversario 45 de la matanza de Tlatelolco.

El director fundador de La Jornada señaló que el libro trata de la memoria, de lo memorable, lo que sucedió en aquellos años y que debe permanecer en nuestra cabeza.

Payán Velver enfatizó: Hay que revisar y leer los testimonios, ellos hicieron un movimiento de fundación histórica, es fundacional, no debemos olvidarlos, sería tirar la experiencia de los jóvenes y su vida a la basura. Ese gran esfuerzo de los estudiantes debe continuar vivo en la memoria para aprender.

No se trata sólo de lo que ocurrió el 2 de octubre del 68, sino de todas las movilizaciones que lo antecedieron. Los jóvenes se preguntaban cuál era su destino y su futuro, qué es lo que venía arrastrándose, subrayó.

A pregunta de uno de los asistentes al encuentro, organizado por la Universidad Autónoma de Guerrero, Payán Velver consideró que los grupos ciudadanos de seguridad que han surgido en Michoacán, y en el caso de Guerrero, no deben ser desarmados por el gobierno, pues sería exponerlos a la muerte, advirtió.

Se debe tener mucho cuidado, dijo, y se manifestó en contra de la determinación del gobierno de desarmar a las autodefensas, pues eso dejaría a sus integrantes a merced de la delincuencia organizada.

Mencionó que “no se entiende bien, me da la impresión de que si la presión de los periódicos, la televisión, el gobierno dice que ‘hay que desarmarse’, los desarman, y pues entran los templarios y los matan a todos; vamos a ser todos nosotros responsables de esas muertes”.

En cuanto a la iniciativa gubernamental de limitar las protestas y movilizaciones públicas, señaló: Lo están complicando, no quieren que haya protestas, pero nosotros hemos aprendido que las calles y las plazas públicas son nuestras y no nos las deben arrebatar.

En su turno, Salvado Martínez della Rocca expresó: La masacre de Tlatelolco fue tan impresionante que se olvidan otros tlatelolcos; y en la historia de México han ocurrido otros, como las matanzas de Acteal, Chiapas, y El Charco y Aguas Blancas, Guerrero, lo que significa que el gobierno sigue reprimiendo los movimientos sociales.

Sigue habiendo represión, el gobierno continúa siendo administrador de los intereses de la burguesía. En los movimientos de protesta e inconformidad, basta con que haya un solo muerto para decir ¡basta ya!, concluyó El Pino.