Los Ángeles, 27 de enero.

Los Grammy celebraron a los rebeldes y a los raros, inmortalizando a una pareja de robots franceses que no hablan, a dos raperos blancos y a una intérprete country que defienden los derechos de los gay, así como a una adolescente que usa ropa con tintes góticos y claramente no está conforme con los temas de la música pop actual.

En la misma ceremonia, la Academia de Grabación otorgó al compositor mexicano Armando Manzanero un Grammy Honorífico por su trayectoria, estatuilla que dedicó a México y a la Sociedad de Autores y Compositores que preside.

Soy mexicano de origen maya, soy un indio maya, y me siento muy orgulloso de estar esta tarde aquí, delante de todos ustedes, y recibir este premio que para mí es grandioso, dijo en la gala.

Mensaje de honestidad

Los votantes de la Academia de la Grabación usaron algunos de los mayores éxitos pop del año para enviar un mensaje honesto, reconociendo a las estrellas de la música electrónica francesa Daft Punk por hacer equipo con leyendas del R&B para lograr un álbum híbrido que incluyó lo mejor de ambos géneros, así como a Macklemore & Ryan Lewis y Kacey Musgraves por defender los derechos de los homosexuales y a Lorde por su mensaje anticonsumismo para las masas.

Pero más allá de los premios, todos protagonizaron los momentos más poderosos en la ceremonia del domingo por la noche en el Staples Center de Los Ángeles. Lorde interpretó Royals con lápiz labial y uñas pintadas de negro, pero sin mucha producción, a diferencia de las presentaciones a gran escala de otros músicos de la noche. Thomas Bangalter y Guy-Manuel De Homem-Christo de Daft Punk rindieron una versión de su éxito Get Lucky, ganador del premio a la grabación del año, con Stevie Wonder, Williams y Nile Rodgers en lo que parecía un estudio de grabación de los años 70. Y Macklemore y Lewis invitaron a 33 parejas, incluyendo algunas gay, a casarse mientras Madonna les cantaba y Queen Latifah presidía las bodas.

Random Access Memories fue el álbum del año tras aprovechar la popularidad en aumento de la música electrónica dance y la presencia de figuras musicales como Rodgers y Pharrell.

El premio ayudó a reconciliar a la Academia de la Grabación con los seguidores cada vez más numerosos de la música dance, que han esperado por un gran triunfo desde que la banda sonora de los Bee Gees para Fiebre de sábado por la noche, de 1977 fuera el último elepé de música bailable en ganar el premio al disco del año.

Rodgers señaló que el dúo francés se merecía la victoria tras trabajar por años para lograr el disco, buscando momentos auténticos que sólo podían ser grabados con músicos en vivo.

Macklemore y Lewis, pareja de raperos prácticamente desconocidos de Seattle, dominaron el mundo pop con tres éxitos bastante diferentes que rivalizaban en popularidad con Get Lucky: Thrift Shop, Can’t Hold Us y su himno gay Same Love.

El comité de rap de la Academia de la Grabación trató de excluir a Macklemore y Lewis de las categorías del género antes de que su decisión fuera revocada. Queen Latifah habló sobre la necesidad de que el rap sea más inclusivo.

Creo que eso es exactamente de lo que es capaz el hip hop, dijo. “Cuando comencé a rapear era mucho más común que los raperos hablaran sobre lo que estaba pasando en el mundo. Éramos parte de los motivos por los que el apartheid (en Sudáfrica) cambió... O la violencia en las comunidades o cualquier cosa que fuera algún tipo de injusticia social, siempre hemos podido hablar de eso en el hip hop”.

Musgraves exploró temas similares para llevarse el premio al álbum country por Same Trailer Different Park y a la canción country por Merry Go ‘Round, categorías en las que Swift parecía predestinada a ganar ante sus triunfos en los Grammy. Musgraves también interpretó una versión de Follow Your Arrow, que dice el verso Besa a muchos chicos/ O besa a muchas chicas/ Si eso es lo que te gusta, entre otros mensajes de contenido social.

Lorde, galardón inesperado

Y el caso curioso de Lorde, la adolescente neozelandesa, cuya invitación a dejar de preocuparse por los símbolos de estatus y bienes materiales de la música pop en su canción Royals fue uno de los éxitos inesperados del año. Se llevó el importante premio a la canción del año y otro a la mejor interpretación pop solista.

La cantante resumió tímidamente la experiencia en unas cuantas palabras durante su discurso en el escenario: Gracias a todos los que permitieron que esta canción explotara, porque ha sido una locura.