Peregrinación pulquera
Burroughs en México
l pasado jueves 23 de enero murió don Nabor Martínez, legendario pulquero, quien fue propietario en distintas épocas de una docena de pulquerías capitalinas, entre ellas La Risa, considerada la más antigua (fundada en 1903) que aún sobrevive en esta ciudad. A don Nabor le tocó vivir los últimos años del esplendor pulquero. A sus 12 años inició su relación con el neutle, lavando tornillos, reinas, cacarizas, chivos y lolas (como se les llamaba a los distintos recipientes en los que se servía la bebida de los dioses). Con el paso del tiempo fue propietario de La Reina de los Álamos, El Lucero de mis noches, El Regreso de mis Amigos, y más reciente recientemente El Recreo de Manzanares, y La Risa que aún despacha en la esquina de Mesones y el callejón de Regina.
En una entrevista realizada en julio de 2010, don Nabor (1932-2014), define así la decadencia del pulque: “Las autoridades capitalinas siempre nos atacaron mucho. En 1951 el presidente Miguel Alemán nos quitó todas las licencias, supuestamente para renovarlas, pero nunca lo hicieron. Fue el regente Uruchurtu el principal enemigo del pulque. Por ejemplo, construían un mercado y quitaban todas las pulquerías que había alrededor. Antes aquella pulquería que vendía menos de 375 litros diarios ya era mala y era mejor cerrarla… En tiempos de Porfirio Díaz el pulque era una bebida aceptada por todas las clases sociales. En la calle Gante y Madero estaba La Elegancia, pulquería de postín a donde llegaban a tomar todos los integrantes del gabinete presidencial. Poco a poco el pulque se fue convirtiendo en una bebida para albañiles y a finales de los 40 llegaron las cervecerías e inventaron aquel mito de la muñeca
(una bolsita con excremento humano que se metía en los barriles de pulque) para desprestigiar al pulque…” A pesar de la llamada reinvención del pulque
, don Nabor decía que: seguimos en el negocio más por amor que por lucro”.
De manera coincidente el próximo domingo 2 de febrero se realizará la tradicional peregrinación pulquera, que se convertirá en un homenaje a la memoria de don Nabor. La cita es a partir de las 11 de la mañana en la esquina de Guerrero y Peralvillo. Posteriormente, habrá una misa en la Basílica de Guadalupe y una comida en la pulquería Los Insurgentes.
Las pulquerías convocantes son La Risa, Los Insurgentes, El Salón Casino y Las Licuadoras. Así informó Lalo Alberto, único nieto de don Nabor que continúa con la tradición pulquera.
Ya en 2010, el Fideicomiso de Centro Histórico le hizo un homenaje a don Nabor y se hizo un reconocimiento al pulque como parte del patrimonio cultural de México; sin embargo, a mediados del año pasado la delegación Cuauhtémoc clausuró durante unos días la pulquería La Risa. Todo parece indicar que el pulque sigue siendo una bebida en riesgo de desaparecer.
Cuatro reediciones de La bala perdida
Como ya habíamos comentado, el próximo 5 de febrero se cumplen 100 años del nacimiento del incorrecto escritor Wiliam Burroughs. Ya hemos mencionado también que en la Universidad de Bloomington se realizará un homenaje multidisciplinario, donde la única presencia mexicana será la del escritor Jorge García Robles, que gracias a su investigación La bala perdida, podemos conocer meticulosamente el accidentado paso del autor de Almuerzo desnudo por nuestro país. Hasta el momento se han realizado las siguientes ediciones del mencionado volumen, de Ediciones del Milenio (tres, cada una de mil ejemplares en 1995), de Random House (una de 6 mil ejemplares en 2008) y de la edición sueca (tres mil ejemplares en el 2008) y la Universidad de Minnesota Press (cinco mil ejemplares de la versión en inglés, en 2013), cuya portada es una colorida obra realizada con chaquiras huicholas. Habría que mencionar que recientemente han aparecido dos libros más de García Robles con temas aparentemente muy diversos: Enchílame otras: comida mexicana del siglo XIX (Una Tinta) y Brindo y bebo. Antología del tequila y el mezcal.
Otros amigos de Burroughs
No podría dejar de mencionar a otros dos creadores mexicanos que tuvieron una cercanía amistosa con el autor de Junkie, nos referimos al lúcido precursor del género multimedia Andrea di Castro, quien realizó varios documentales y videoartes durante las visitas que le hizo a Wiliam Burroughs, y el sabio escritor y curador de arte José Férez (1951-2010), último albacea de la obra plástica de William Burroughs, además de uno de los más cercanos amigos del escritor durante los últimos años de su vida. Cabe señalar que el legado de José Férez se encuentra injustamente poco reconocido.