Afirma Enrique Martínez que este año se concretará una profunda reforma
del sector
Lamenta que los cambios en leyes y estructuras no hayan sido el parteaguas del progreso esperado
La actual directriz es hacer más productivo, competitivo y justo al rubro agroalimentario
el granero del mundo. En la imagen, un campesino riega su tierra despues de sembrar cilantro en el poblado de San Pedro Techuchulco, en el estado de MéxicoFoto José Carlo González
Viernes 31 de enero de 2014, p. 39
¿Quiénes producirán los alimentos suficientes para la población si en el campo sólo se quedan las mujeres, niños y ancianos?, este es un riesgo que debe detenerse con el impulso a la agricultura familiar para que deje de ser de autoconsumo y se tenga un sector más productivo, competitivo y justo. Esta es la directriz de la reforma profunda del campo, asentó Enrique Martínez y Martínez, secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
“Queremos que el sector agroalimentario sea más moderno; direccionarlo hacia una mayor inclusión y sustentabilidad, pues desde que México ingresó al Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT, por sus siglas en inglés) la productividad está estancada. Los cambios tan controvertidos, como la reforma al artículo 27 constitucional en 1992, y el desmantelamiento de la Productora Nacional de Semillas, Almacenes Nacionales de Depósito y Conasupo no fueron el parteaguas del progreso esperado. La verdad es que la producción ha ido de más a menos
.
En entrevista, el titular de la Sagarpa expuso que la reforma para el campo es tan amplia
, que está contemplada en dos vertientes: una, implica una modificación en las leyes, y la otra, cambios en la política pública del Estado. La primera requiere del tránsito y participación del Poder Legislativo; pero en este momento hay que buscar los tiempos, pues su agenda ya está programada porque es el corolario de las reformas históricas de 2013 (la energética y la haciendaria).
Sin embargo, la revisión legislativa se puede iniciar con propuestas de ley que están pendientes de aprobación por la Cámara de Diputados, como la ley de almacenaje nacional.
La segunda, involucra una dinámica de ajustes constantes. Los primeros pasos se dieron el año pasado con el cambio de la estructura de la secretaría y las consultas para cambiar las reglas de operación de los programas y terminar con el burocratismo en la entrega de los recursos. “No todos los cambios serán en un momento determinado, por ejemplo: en este año se concretará el tema de los productos orgánicos, para los cuales ya se tienen certificadoras y un sello, y se continuará avanzando en los proyectos de los fertilizantes y bioenergéticos, como el etanol.
“Hay avances, pero necesitamos que se concreten las leyes secundarias de la reforma energética para poder tener nuevamente fertilizantes mexicanos, sobre todo el amoniaco y la urea, pues desde hace tres lustros o más se importa 85 por ciento de ellos; los traemos de Ucrania y China, cuando nosotros tenemos la riqueza energética. Nosotros queremos darle la vuelta total.
“Si lo hacemos, los fertilizantes serán más baratos, pues ya no se pagarán fletes marítimos ni terrestres y eso permitirá que más productores los compren.
Tablero de control
La reforma implica también el establecimiento de un sistema de almacenaje para estar menos presionados con los altibajos del mercado y que los campesinos, cuando tengan buenas cosechas, no estén a merced de los intermediarios o acaparadores. No se trata de una reserva estratégica de granos sino de un sistema de almacenaje para pasar los tiempos críticos de la comercialización, que es el tablero de control que propongo.
Este tablero, puntualizó, se aplicará, este año, en siete productos: maíz, frijol, trigo, sorgo, azúcar, huevo y pollo. Estará relacionado con la ley de la oferta y la demanda, pues no se puede ir en contra de ella, pero sí buscar la manera de hacer menos dramático su impacto
. También está vinculado con la propuesta de reconversión productiva, como en el caso del maíz, pues México tiene excedentes de grano blanco pero es deficitario en amarillo, del cual importa entre 8 y 10 millones de toneladas anualmente.
Las acciones de la secretaría en materia de planeación de oferta y demanda es buscar sincronizarlas hasta donde sea posible y se harán trajes a la medida por estado, considerando la disponibilidad de agua, por ejemplo.
La paradoja en este momento es que los precios de maíz, frijol y sorgo son bajos y se logró una buena producción, por eso con el tablero de control se busca una reconversión productiva para que los precios no se desmoronen por la sobreoferta. “Los principales problemas que vivimos el año pasado fueron porque se produjo más, como si eso fuera pecado; lo que faltó fue planeación de la oferta y la demanda del sector.
“La reforma del campo está en proceso, no estamos partiendo de cero. El compromiso es que en este año concluye, pero también hay que tener claridad en que México tiene más potencial hortícola que como productor de granos y por eso no podemos pensar en el país como el granero del mundo.