Un equipo de jóvenes universitarios desarrolló un sistema de vivienda sustentable que se puede adaptar a construcciones ya establecidas.

Se trata de un prototipo desmontable que puede generar su propia energía y su propia agua, además que no causa ningún problema a la estructura a la que se adapta.

En conferencia de prensa, estudiantes de las facultades participantes en este proyecto dieron a conocer los detalles del mismo e informaron que con éste participarán en el Decatlón Solar 2014 –competencia internacional a nivel universitario más importante de vivienda sustentable y altamente eficiente–, que este año se realizará en Versalles, Francia.

Esta es la primera vez que un equipo mexicano compita en este certamen. El país será representado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El equipo, que está integrado por más de 35 alumnos de las facultades de arquitectura, ingeniería, ciencias políticas y sociales, química y de las escuelas nacionales de trabajo social y artes plásticas, montó el prototipo de casa-habitación en el Museo Universitario de Ciencias y Artes.

A partir del 27 de junio, el equipo puma enfrentará a universidades de Estados Unidos, Alemania, Suiza, Francia, Dinamarca, España, Rumania, Italia, China, Japón e India, entre otras, en los jardines de Versalles, informaron Santiago Mota, de arquitectura, y María de los Ángeles Rodríguez, de ingeniería, integrantes del equipo.

Los jóvenes universitarios tendrán 10 días para terminar de armar este prototipo en la llamada Villa Solar, espacio de exhibición abierto al público en las afueras de París.

Ahí deberán superar una decena de pruebas en arquitectura, ingeniería, construcción, eficiencia, balance de energía, condiciones de bienestar, funcionamiento de la casa, comunicación del proyecto, diseño urbano, movilidad, asequibilidad, innovación y sostenibilidad.

Energía y agua propias

La propuesta se basa en un sistema constructivo modular, ligero y personalizable que pone a la mano de cualquiera la tecnología necesaria para aprovechar espacios urbanos no utilizados. Su caso de estudio es la zona metropolitana del valle de México, en específico la unidad habitacional Vicente Guerrero, en Iztapalapa.

El prototipo mide 150 metros cuadrados e integra tres espacios flexibles que pueden utilizarse como sala, comedor, cocina, estudio, zona de lavado y área comunitaria y que pueden configurarse según las necesidades de cada familia y las características del entorno, adaptándose a una vivienda ya construida a manera de ampliación. Además, el sistema genera energía y agua propias sin afectar la edificación original.

Está diseñado para consumir la menor cantidad de recursos naturales, aprovechar los rayos solares y generar un mínimo de residuos. Está dotado de paneles fotovoltaicos para generar electricidad y cuenta con sistemas para tratar el agua residual mediante biofiltros y de recolecta de líquido pluvial.

En su construcción utilizarán insumos convencionales y materiales nuevos. Hay una primera capa textil exterior que mitiga las condiciones ambientales y el interior cuenta con acero tridimensional con paneles de fibra de vidrio y cristales. El mobiliario se despliega de los muros para dar espacio a la sala, el comedor y la cocina, lo que aporta flexibilidad.