Nueva York, 31 de enero.

Cinco hoteles cercanos al estadio de Nueva Jersey donde se celebrará el Súper Tazón recibieron cartas con un polvo sospechoso que provocó alarma. Estudios posteriores revelaron que la sustancia era inofensiva, indicaron las autoridades.

Otro sobre sospechoso fue enviado a las oficinas del ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, aunque la policía también indicó que se trataba de material no tóxico.

Los incidentes provocaron alarma entre las autoridades de Estados Unidos, que han desplegado un inmenso operativo de seguridad para el Superbowl, luego del atentado en el maratón de Boston en abril del año pasado.

El Pentágono anunció que enviará aviones F-16 de combate y helicópteros del Ejército para la vigilancia del espacio aéreo en la zona del estadio MetLife.

El portavoz del Pentágono, el coronel Steve Warren, aseguró que habrá miembros de la Guardia Nacional listos para proporcionar protección, además de una guardia de honor y un coro militar de 32 miembros que estarán en la ceremonia previa al partido.

Warren dijo que el Pentágono habitualmente responde a los pedidos de protección en acontecimientos mayores, como el Súper Tazón.

Es un acontecimiento de prominencia nacional. Creemos que beneficia a los militares el que proporcionemos esta cobertura aérea, afirmó.

La 101 División Aerotransportada de Asalto planifica una formación que podría incluir helicópteros Apache, Black Hawk y Chinook que sobrevolarán el estadio en la apertura de la celebración.

En cuanto a las cartas, las fuerzas de seguridad recibieron una primera llamada alrededor de las 11:30 horas locales desde el hotel Econo Lodge en Washington Avenue, en Carlstadt.

Estaban abriendo el correo y descubrieron que una de las cartas contenía un polvo, dijo John Cleary, de la policía de la localidad.

Los otros lugares que recibieron cartas similares fueron los hoteles Holiday Inn Express y Hampton Inn en Carlstadt y Homestead y Renaissance en Rutherford, agregó Cleary.

Los cinco hoteles se encuentran cerca del estadio MetLife en East Rutherford, a 15 kilómetros de Manhattan, donde unas 80 mil personas asistirán al juego.

La FBI (la oficina federal de investigaciones) movilizó su equipo especial antiterrorismo y personal especializado en materiales peligrosos para responder a estas alertas.

Un par de horas más tarde, John Cleary señaló que se trataba de una falsa alarma y los investigadores pensaban que se trataba de una sustancia basada en maicena.