Sus rasgos y huellas dactilares concuerdan al ciento por ciento, dice el comisionado
El sujeto muerto el pasado lunes en el municipio queretano de Colón es el líder financiero de Los caballeros templarios
Estaba relacionado con al menos 30 averiguaciones previas
Miércoles 2 de abril de 2014, p. 3
El gobierno federal aseveró que el sujeto abatido el pasado lunes en el municipio queretano de Colón es Enrique Plancarte Solís, líder financiero de la banda criminal Los caballeros templarios, por cuya ubicación la Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de hasta 10 millones de pesos.
El líder templario compartía el mando de ese grupo con Nazario Moreno, El Chayo (muerto por fuerzas federales el mes pasado), y Servando Gómez, La Tuta, quien tras la muerte de sus socios podría asumir el control de la organización que opera en Michoacán, Jalisco, Colima, estado de México, Puebla, Querétaro y Guanajuato.
El comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, precisó que Plancarte estaba relacionado con al menos 30 averiguaciones previas; el delincuente fue ubicado el pasado domingo en el municipio de Colón, Querétaro, y el operativo para aprehenderlo se desarrolló un día después.
Según la versión oficial, el jefe de Los caballeros templarios intentó ocultarse y cuando las fuerzas federales le ordenaron detenerse respondió con disparos de arma de fuego, por lo que ‘‘el personal naval, al repeler la agresión, lo neutralizó’’.
Falleció cuando era trasladado al hospital
El Kike no murió al momento; recibió los primeros auxilios y falleció en el traslado al hospital, dijo Rubido García, quien se presentó ante los medios de comunicación acompañado por mandos de la PGR y de las secretarías de la Defensa y Marina, cuyos elementos participaron en el operativo de captura.
Enseguida exhibieron fotografías de las pruebas dactilares e imágenes del cadáver, elementos con base en los cuales las autoridades aseguraron que Enrique Plancarte Solís y/o Alfredo Suárez Solís tiene correspondencia al ciento por ciento, ‘‘por lo que se trata de la misma persona’’.
La comprobación de identidad cobra relevancia luego de que el 9 de marzo pasado se dio a conocer la muerte de El Chayo, otro alto jefe del grupo de Los templarios, al que el gobierno de Felipe Calderón había dado por muerto en diciembre de 2010.
En esta ocasión, tras la muerte de El Kike Plancarte, la PGR dijo que los exámenes genéticos (y la consecuente confrontación con registros de familiares) continuarán en la Agencia de Investigación Criminal de la dependencia para robustecer
la investigación científica. También se analizan los registros del Instituto Federal Electoral (IFE) y de Seguridad Pública, informaron fuentes de la procuraduría.
El cruce de datos fue amplio y las pruebas se realizaron en instalaciones militares; se analizó el cadáver del hombre de 43 años, nacido en Apatzingán, Michoacán, y se confrontaron ayer mismo las huellas dactilares (de los diez dedos) con las imágenes de la base de datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
En cuando a la identificación fisionómica, se analizaron los rasgos del personaje (21 puntos antropométricos), en conjunción con las fotografías del cadáver.
Tomás Zerón de Lucio, director de la Agencia de Investigación de Delincuencia Organizada de la PGR, explicó el análisis de los puntos fenotípicos: inserción de cabello, altura de los ojos, alas y punta de la nariz, línea de eclosión de la boca y la base del mentón, así como comparativa de ángulos faciales y superposición de hemisferios de la cara.
El grupo delictivo Los caballeros templarios surgió en diciembre de 2010, tras el supuesto abatimiento de El Chayo.
‘‘Nadie es eterno en el mundo’’, dice en un tuit La Barbie Grupera
En tanto, Melisa Plancarte, La Barbie Grupera, hija del líder abatido el lunes, difundió un mensaje a través de su cuenta de Twitter en el que expresó: ‘‘Nadie es eterno en este mundo’’.
La Barbie Grupera y su hermano Kike Plancarte han sido financiados a través de la empresa Plan Records Entertainment, compañía que podría haber estado financiada con recursos procedentes de la venta de droga, según las autoridades responsables del caso.