Proponen trabajadores emplazar a huelga y ocupar las instalaciones de la empresa
Las liquidaciones ya se negocian en el DF, informaron dirigentes
El recorte incluiría personal de confianza
En mayo pasado realizaron un paro en demanda de reparto justo
de utilidades
Jueves 3 de abril de 2014, p. 31
Ciudad Juárez, Chih., 2 de abril.
En asamblea, los dirigentes sindicales de la mina Frisco, propiedad de Carlos Slim y ubicada en el municipio de San Francisco del Oro, en el sur del estado, dieron a conocer a los trabajadores que al menos 300 de ellos serán despedidos en los próximos días, y que desde este miércoles se negocia la liquidación en la ciudad de México.
Durante la asamblea, celebrada la noche del martes después de que se anunció el recorte, los trabajadores dijeron estar preocupados y exigieron emplazar a huelga y tomar las instalaciones de la empresa para defender la fuente de empleo.
También se aprobó que seis dirigentes sindicales y comisionados elegidos en la asamblea viajaran este miércoles a la capital del país para tratar de evitar que se despida a los sindicalizados.
Agregaron que no les han informado en qué áreas se recortará personal, pero trascendió que por cada 10 sindicalizados que la compañía despida hará lo mismo con un empleado de confianza.
La empresa, dijeron, únicamente notificó a los líderes del sindicato su decisión de finiquitar a por lo menos 300 empleados.
Se espera que este jueves, en sesión extraordinaria, se den a conocer a la base trabajadora los motivos de dicha determinación y la forma en que se realizarán los despidos.
El 15 de mayo de 2013, los 828 empleados de la sección 20 del sindicato de la minera Frisco, parte de Grupo Carso, comenzaron una huelga para exigir pago de utilidades justo
y aumento de sueldo, demandas que tardaron aproximadamente dos meses en resolverse.
La secretaria general de la sección 20 del sindicato minero, Rosa Rodríguez; René Quintana, delegado especial, y otras dos personas dialogaron con la empresa entre abril y mayo de 2013 sin llegar a un acuerdo, debido a que Frisco no cambió su postura.
Los trabajadores dieron a conocer entonces que pretendían pagarles 10 mil pesos de reparto de utilidades (en 2012 recibieron casi 60 mil). Esta fue una de las principales inconformidades por las que el año pasado decidieron suspender actividades.
Los sindicalizados concluyeron su protesta luego de aceptar una oferta de alrededor de 30 mil pesos por trabajador.