Santiago, 2 de abril.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, reiteró este miércoles el estado de emergencia en el norte del país tras el terremoto de 8.2 grados Richter que el martes provocó seis muertos, mientras la zona afectada se recupera lentamente.

Miles de familias regresaron a sus casas tras la alerta de tsunami que obligó al desalojo de unas 980 mil personas a lo largo de unos 4 mil 329 kilómetros de costa. La alerta fue levantada esta madrugada en medio de casi un centenar de réplicas, una docena de cinco grados Richter.

Tras el terremoto, la presidenta Bachelet se reunió con el Comité de Emergencia, seis de sus ministros, autoridades locales y parlamentarios de la zona para hacer un recuento de daños, horas después, decretó zona de desastre en las regiones de Arica y Tarapacá, adonde envió a dos jefes de las fuerzas armadas para tomar el mando del orden público y evitar saqueos y desorden.

A la luz del día comenzó la revisión de los daños y según la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), unas 2 mil 500 viviendas resultaron dañadas o destruidas, además de que hubo afectaciones en importantes carreteras por derrumbes.

Antes de sobrevolar la región afectada, entre los puertos de Iquique y Arica, la mandataria dijo que la prioridad en una primera etapa es atender las necesidades más urgentes de los residentes, como el abasto de comida, atención médica, albergues, agua potable, energía eléctrica y orden público.

La segunda etapa será el restablecimiento de las comunicaciones y normalizar el abasto de gasolina, para después establecer un plan de reconstrucción, dijo Bachelet, quien indicó que ya comenzó la inspección de los daños en viviendas, escuelas, hospitales y carreteras, luego de que el mar ingresó unos 200 metros, según el informe de la Gobernación Marítima de Iquique.

En esa ciudad, la más cercana al epicentro del sismo, y en la aledaña Alto Hospicio, fallecieron una mujer y cinco hombres; uno fue identificado por las autoridades como ciudadano peruano.

El director de la Onemi, Ricardo Toro, señaló que dos de las víctimas fallecieron por paro cardiorrespiratorio, tres por aplastamiento y una mujer que sufrió una caída. Además, en Iquique, una niña chilena de 14 años y otra de cinco, de nacionalidad argentina, están desaparecidas desde anoche. La primera se escapó de un hogar de infantes, mientras la otra se encontraba acompañada por dos ecuatorianos y su paradero se desconoce desde el momento en que ocurrió el sismo, informó la policía.

En el puerto de la ciudad también hubo cerca de 80 embarcaciones dañadas o hundidas, por lo cual la mandataria informó que el ministro de Economía y el subsecretario de Pesca adoptarán medidas para apoyar de los pescadores que perdieron sus embarcaciones y fuentes de ingreso.

Al mediodía se reanudaron los vuelos que habían sido cancelados durante la alerta de tsunami, pero las clases se mantendrán suspendidas por lo menos por un par de días.

Las autoridades informaron que 140 de las 322 reclusas de la cárcel de Iquique regresaron a sus celdas tras el terremoto. Aseguraron que no se fugaron, sino que las custodias las ayudaron a salir al patio y de allí a la calle por un muro derrumbado, lo que aprovecharon para ir a ver a sus familias. El fiscal de la región de Tarapacá, Manuel Guerra, dijo que seguramente el número de internas que regresan aumentará en el transcurso de las horas.

Al ser uno de los países más sísmicos del mundo por encontrarse al límite de una falla geológica, Chile cuenta con altos estándares en construcción antisísmica, y entrena periódicamente a su población con simulacros de evacuación.

El 28 de marzo de 2010 un sismo de 8.8 grados Richter golpeó Chile, y el tsunami que le siguió destruyó muchos pueblos y provocó más de 700 muertos.

Al cierre de esta edición se reportó que un sismo 7.8 grados se sintió esta noche en el norte del país y se ordenó una evacuación preventiva.