Con el objetivo de generar investigación que aporte posibles soluciones a las problemáticas de sustentabilidad del país y a escala global, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) inauguró ayer el Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (Lancis).

Único en su tipo en el país, en él los universitarios aportarán sus conocimientos para que la nación enfrente con base científica los retos que implica equilibrar el desarrollo, la industria, la economía y el cuidado del ambiente y los recursos naturales.

Este espacio, que se ubica en el Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, contó con una inversión cercana a 50 millones de pesos aportados por la casa de estudios, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y otras instancias, las cuales forman un consorcio que colaborará en las labores de investigación, a fin de que lo desarrollado y propuesto por los académicos sea considerado por los tomadores de decisiones.

Luis Bojórquez Tapia, investigador de esta nueva unidad, detalló que actualmente el mundo enfrenta graves síndromes relacionados con la sustentabillidad, como el urbanismo, la construcción de espacios turísticos sin planificación, el cambio climático o las modificaciones de los ecosistemas debido a la minería.

El especialista ejemplificó una de esas problemáticas: un estudio realizado en 2003 alertó que para poder albergar a toda la población mundial en 2030, se requerirá construir cada año –en algún lugar del orbe– el equivalente a 13 ciudades de más de 5 millones de habitantes, la mayoría de las cuales se asentarán en países en desarrollo. Temas como éste, agregó, son los que el Lancis analizará para plantear posibles soluciones.

Durante la inauguración, el director del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, destacó que el Lancis es un consorcio de vanguardia cuyo objetivo es vincular la ciencia con la toma de decisiones.

Agregó que en 2006 arrancó el Programa de Laboratorios Nacionales del Conacyt, para apoyar el equipamiento de infraestructura especializada en las instituciones de ciencia, tecnología e innovación, y contribuir en la expansión de sus capacidades de servicio técnico, académico y de investigación con estándares de calidad internacional”, por medio del cual se han apoyado 33 laboratorios nacionales, con un monto superior a mil millones de pesos.

El rector de la UNAM, José Narro Robles, aseveró que se trata de un proyecto relevante debido a que atenderá uno de los grandes tópicos del ser humano: el medio ambiente, un asunto del siglo XXI que nos hace preguntarnos cómo hemos sido capaces de alterar las cosas que la naturaleza ha desarrollado, cómo somos capaces de atentar contra la cadena de la vida, cómo ponemos por encima de los intereses de la vida los individuales o de corporaciones o de grupos, y que no necesariamente tienen que ver los de la mayoría de los seres humanos, y mucho menos de la mayoría de las especies.

Para ser consecuente con su nombre y su objeto de estudio, el Lancis se asienta en un edificio sustentable donde se usan luminarias led (ahorradoras) y panales de energía solar; tiene un sistema de ahorro agua y un diseño bioclimático, e inclusive en sus jardines se rescató la vegetación de la reserva ecológica del pedregal de San Ángel.

A la ceremonia de inauguración también acudieron José Sarukhán, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y ex rector de la UNAM; el coordinador de la Investigación Científica de la casa de estudios, Carlos Arámburo; el director del IE, César Domínguez, y Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la Semarnat.