ientras comienza a flotar en el ambiente la pregunta sobre si habrá o no descenso en el Clausura 2014, el Tri brindó un partido de medias luces frente a Estados Unidos que dejó más dudas que certezas, porque hasta antes de que comenzara el relajo de los cambios durante el segundo tiempo, cuando el juego tuvo seriedad, el equipo de las barras y las estrellas fue claro dominador.

Al Atlante le viene como anillo al dedo la crisis de los Gallos Blancos y, hundido en el sótano de la tabla de cocientes a lo largo del certamen, el cuadro azulgrana vislumbra una llama de esperanza (¿una nueva promoción?) para conseguir su permanencia en el máximo circuito, aunque sea otra vez en terrenos que no son deportivos ni honorables, detalle que poco ha de importar a Alejandro Burillo.

Desde que a Decio de María y Justino Compeán se les borró la sonrisa por la crisis de Oceanografía ya se medita acerca del futuro de la franquicia queretana, donde se ha hecho hasta lo inconcebible por borrar el cochinero. Fuentes muy cercanas al club revelaron que en cuanto estalló el escándalo que envolvió a Amado Yáñez, sus socios se dieron a la tarea nocturna de extraer cajas de archivos que fueron a incinerar a San Juan del Río.

José Antonio Rico y José Luis Alvarado no duermen tranquilos, están a la expectativa. Lo cierto es que la intervención de la Policía Ministerial en el Centro Gallo ocurrió muy tarde, una quincena después del escándalo, cuando ya unas manos nerviosas (un comando vestido de negro con pasamontañas y toda la cosa) habían extraído papeles comprometedores.

De qué tamaño será la cloaca en el cuadro del Bajío que hasta el empresario Ernesto Tinajero, ahora flamante dueño del Necaxa, deshizo tratos con la directiva queretana, a pesar de su gran deseo de adquirir un equipo. Inclusive, fue a un draft con los directivos, quienes no contaron con que, precavidamente, él había encargado una especie de auditoría. Sobra decir que cuando le dieron el informe de inmediato descartó la compra.

La vida del club Querétaro se extingue de nuevo, quizá vengan otros empresarios al rescate y retengan al club en la ciudad, tal vez la directiva del Atlante quiera probar en una plaza novedosa y decida cambiar de sede, lo cierto es que mientras el público se emociona viendo la recta final del torneo regular, muchas cosas se cocinan rumbo al futuro de la Liga Mx.

Y la selección no da una ni con foráneos ni con locales e hiló su segundo empate. Mucha expectación había sobre el accionar del Tricolor con jugadores que se conocen de sobra, no obstante, fueron avasallados en el primer tiempo por un equipo estadunidense con mayor y mejor trabajo. La igualada se logró más por enjundia, amor propio y coraje, que por táctica o estrategia.

Podemos empezar a creer que ciertamente Rafael Márquez va por su revancha mundialista, el defensa michoacano se ajustó bien el gafete de capitán y encabezó la reacción que evitó la derrota, porque, aunque sea un juego amistoso, nadie puede negar que contra el equipo de Juergen Klinsmann se ha establecido un clásico regional.

Faltan 71 días para el debut de México en el Mundial de Brasil y Miguel Herrera se dio el lujo de cancelar una concentración –del 13 al 16 del mes en curso–; para colmo, al Tri le espera el criticado partido de despedida frente a Israel, donde una vez más los directivos demostraron su criterio cantinflesco para elegir rivales o su fino talento para asegurar una fiesta con victoria anticipada.

La presencia de Ricardo LaVolpe fue suficiente. Su gesto malencarado sigue impactando a los jugadores y más aún a la chiquillada de Chivas, pues aunque el dueño Jorge Vergara argumente la sinrazón de que todos son jóvenes, pero experimentados, los rojiblancos son un cuadro novato que estuvo a merced de un América que, a su vez, luego se estrelló frente a la Máquina bien aceitada de Luis Fernando Tena.

Antonio Mohamed es la viva imagen de la preocupación. Todo indica que le dieron un Ferrarri que en sus manos se convirtió en un destartalado vochito. Tony no sabe qué hacer y lacónico declaró que sobre la grama su equipo tiene lapsos muy buenos y otros muy malos. No obstante, se niega a recurrir al método de Herrera, fórmula sencilla y hasta mágica:

El Piojo abrió todas las vías de comunicación a la prensa, disponibilidad absoluta casi las 24 horas del día (algunas veces reclamó a los despistados: “me estuviste llamando hasta muy tarde, ya ni la chin…”), y con ese simple gesto absorbió toda la presión que genera un equipo de la talla del América, liberó de una pesada losa a sus dirigidos sin dejar de trabajar en la cancha ni el aspecto motivacional.

Gustavo Matosas se muestra desencantado, está claro que León cederá la corona sin siquiera mostrar las garras. Los resabios de la violencia siguen, en la fecha 14 varios estadios se convirtieron en búnkers con exceso de policías. No hubo incidentes, aunque en el Azteca la agresión fue verbal. Cuando salían las barras americanistas y pasaron frente a los uniformados empezaron a cantar: “Hay que estudiaaaar, hay que estudiar; el que no estudie a policía llegará… Hay que estudiar, hay que…”

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