La directora del Festival del Centro Histórico, Cristina King, aseguró en entrevista con La Jornada que, según las cifras preliminares de la 30 entrega del encuentro a su cargo, fue todo un éxito a escala social, de público y oferta cultural.

El primer dato que ofreció King sobre los resultados que arrojó el festival, es que “hubo 150 actividades de diferentes disciplinas, entre teatro, danza, performance, cine, clases magistrales, conferencias, presentaciones, visitas guiadas, eventos gastronómicos, diálogos y música. Es la cifra preliminar de todas las disciplinas que abarcó, pero estamos recopilando información que seguramente la sobrepasarán”.

Para la promotora cultural, el logro más significativo no es cuantitativo, sino cualitativo en el sentido del diálogo intercultural y la recuperación del espacio público del Centro Histórico: Hubo varios éxitos durante el festival, uno fue el regreso los días 22 y el 23 de marzo al Zócalo, lo que propició un diálogo intercultural entre bailarines de Oaxaca con sus similares turcos y músicos balcánicos; sólo ahí, sumando las 90 mil personas con los otros eventos, estamos hablando, de manera preliminar, que 140 mil personas disfrutaron de las actividades del festival.

Propició el diálogo y la reflexión

King agrega que desde que tomó el cargo, hace ocho meses, en las redes sociales los seguidores en Facebook no llegaban ni a los 10 y ahora ya estamos en 105 mil; en Twitter hay 27 mil. En estos espacios también se propició el diálogo, la reflexión y la retroalimentación, o sea, que sí tuvo una resonancia de diferentes públicos .

Por otro lado, los recintos donde se realizaron las diferentes actividades del Festival Internacional del Centro Histórico fueron 29, señala King, porque un punto muy importante era su impacto social; era poner acento en el otro Centro Histórico, no sólo estar en el Palacio de Bellas Artes, sino recuperar el Zócalo y otros espacios, como Tepito, La Merced, el Salón Los Ángeles, el ex Salón México y estar en los mercados con arte... Involucramos más de 50 museos en la Noche de Museos. Tuvimos alrededor de 160 artistas internacionales y 895 nacionales, que es la cifra importante, porque la misión de este festival es siempre nutrir, apostar y apoyar la creatividad y el talento mexicano, como lo fue el Safari en Tepito con Daniel Giménez Cacho.

La funcionaria precisa: Los países invitados fueron 28 de todos los continentes, la asistencia fue de 85 por ciento a los actos de entrada libre, que fue el reto al inicio de mi dirección, volver a la calle, envolver a la vía pública, desde el Palacio de Bellas Artes hasta las plazas públicas, dando oportunidad a todas las personas de disfrutr de algún evento y/o conferencia. Logramos que este festival no sea únicamente de élite, sino para todo mundo.

King cuenta que la asistencia al festival, en cuanto a estratos sociales, fue variopinta. Nos dimos cuenta de que sigue y seguirá atrayendo. Esta dirección queremos llevar a futuro, que haya muchos públicos para diversos espectáculos y que cada persona encuentre actividades acordes a sus propias necesidades, que enganche, conecte y conozca propuestas. Acudió 10 por ciento de clase alta, 60 por ciento de clase media y población de ingreso bajo, 30 por ciento.

Recupera una tradición

Respecto de la misión del festival, afirma: El objetivo era abrirlo y lo logramos en cuanto al perfil jóvenes-adultos, profesionistas, turistas nacionales, académicos... nos dimos cuenta de que en general, quieren más de estas propuestas culturales en la ciudad de México, donde puedan gozar del Centro Histórico. El festival refrendó su papel como la oferta cultural más importante de la capital, porque se generó y se mantuvo accesible una especie de tradición de calidad, equilibrio entre lo tradicional y la innovación, así como la revalorización de los recintos y la recuperación del espacio público como punto de encuentro, de diálogo y de convivencia.

Otra de las cosas que es importante despuntar, en apreciación de King: Es que sirvió como un espacio de encuentro, de trabajo común entre diversas instancias, como el Fideicomiso del Centro Histórico, los gobiernos local y federal, así como instituciones culturales; hay pocos festivales en el país y en el continente que se mueven en este terreno y que pueden decir lo mismo, que lo siguen haciendo después de 30 años.