Cultura
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Dos libros en inglés-español incluyen una amplia revisión histórica sobre el arte en el país

Ponen al día el canon cultural del México contemporáneo

El volumen Desafío a la estabilidad propone una visión poliédrica de una etapa determinante que va más allá de la llamada Ruptura, dice la investigadora Rita Eder

La era de la discrepancia recoge expresiones surgidas después de 1968 que suprime la cultura oficial: Cuauhtémoc Medina

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Cuauhtémoc Medina y Rita Eder, historiadores del arte, durante la charla con La Jornada a propósito de los dos gruesos volúmenes coeditados por la Universidad Nacional Autónoma de México y el sello TurnerFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de abril de 2014, p. 5

Una amplia revisión histórica sobre el arte, los protagonistas y los procesos de los movimientos estéticos que aparecieron y se desarrollaron en los años 50 y 60 del siglo pasado, hasta la etapa del surgimiento de la insurrección del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ha sido publicada en los gruesos volúmenes titulados Desafío a la estabilidad y La era de la discrepancia, los cuales dan cuenta del periodo de 1952 a 1997.

En edición bilingüe español-inglés y coeditados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el sello Turner, el primer libro plantea la idea de cuestionar o poner en tensión la época conocida hasta ahora como de la Ruptura, término o noción que ha funcionado como un emblema cultural, pero que en realidad resulta insuficiente para describir la efervescencia y las características de los procesos artísticos que hubo en México entre 1952-1967, explican la investigadora e historiadora del arte Rita Eder y el también historiador y teórico del arte Cuauhtémoc Medina, coordinadores de los dos libros, respectivamente.

Desafío a la estabilidad es una investigación multidisciplinaria que da cuenta de la efervescencia y la variedad de las expresiones artísticas durante ese periodo, como son las artes visuales, arquitectura, teatro, performance, literatura, cine y fotografía, con protagonistas de la relevancia de Manuel Álvarez Bravo, Luis Barragán, Luis Buñuel, Salvador Elizondo, Juan García Ponce, Juan José Gurrola, Alejandro Jodorowsky, Octavio Paz y Vicente Rojo, entre otros.

Asimismo, ese libro intenta vincular la diversidad de las artes visuales con los procesos económicos y sociales en México durante esos años. Recorre espacios y lugares representativos como la Casa del Lago, la Zona Rosa y las obras de Mathias Goeritz, José Luis Cuevas, Gunter Gerzso, Manuel Felguérez, Fernando García Ponce y Alberto Gironella, entre muchos otros.

Para Eder, cuando se ha hecho una revisión histórica sobre ese periodo, determinante para la historia de la cultura en el país, se ha enfocado sobre todo en términos de las artes plásticas y siempre bajo el concepto de la Ruptura, por lo que, dice la especialista, decidimos cuestionar o poner en tensión ese concepto, con la finalidad de hacer una revisión mucha más completa, que ofreciera una visión más amplia de esa época, la cual se distinguió por una dinámica de colaboración entre los distintos creadores y disciplinas.

En aquellos años, el contexto social tenía como sustento la modernización, el nacionalismo y el desarrollo estabilizador.

El volumen (así como la exposición que actualmente se exhibe en el Museo Universitario Arte Contemporáneo, Muca), con el mismo titulo, Desafío a la estabilidad), propone una visión poliédrica de un periodo determinante en la modernidad cultural, que no se ajusta a la idea reducida de la llamada Ruptura, a la idea de que sólo fue una generación de artistas plásticos quienes rompieron con la escuela mexicana, sostiene Rita Eder.

“Desde aquellos años, hasta la fecha nos han macheteado esa idea, la cual ahora, para decirlo de una manera elegante, la ponemos en tensión”, abunda la también curadora de la muestra en el Muca.

Al respecto, añade, la exposición intenta mostrar la parte experimental, arriesgada, novedosa y vital de esa época (...) utilizar el concepto de Ruptura la encajonaba en una cuestión conservadora y estática.

Relatos de disidencia

La era de la discrepancia: arte y cultura en México 1968-1997, editado por Oliver Debroise (1952-2008) y Cuauhtémoc Medina, en su segunda edición revisada, es un testimonio importante de un proceso de transición entre el arte de una escuela mexicana apoyada por el Estado y la relativa integración de un arte más internacional a un circuito global. Periodo virtualmente desconocido fuera de México y a nivel local muchas veces olvidado.

Este volumen es un relato visual acompañado por diversos ensayos académicos. Da cuenta de las expresiones culturales después de 1968, la cuales de cierta manera han estado suprimidas por la cultura oficial, en un intento de institucionalizar esos relatos de disidencia.

Según Medina, ambas publicaciones intentan “romper con el anacronismo de nuestra memoria cultural, con el discurso o narrativa oficial que formularon en su momento figuras como (Octavio) Paz o Fernando Gamboa.

“Asimismo, romper con el atraso de los referentes museológicos, que provocó la división entre los artistas, creadores e intelectuales y el Estado en 1968.

Se quiere dejar una base para que los estudiantes, los estudiosos y el público en general puedan apreciar lo que es la cultura contemporánea de México. La idea es tener una especie de canon cultural, puesto al día.

Los dos libros, por primera vez ofrecen de manera ordenada, vistosa y clara, un panorama cultural para entender qué fue lo que ocurrió en el siglo XX. Vienen a cubrir un pendiente en la historia cultural de nuestro país, concluye Medina.