La actriz Tato Alexander da vida a María, una mujer de veintitantos años que siente que le están poniendo el cuerno, se hunde en el infierno de la duda y se convierte en un Otelo que vivirá la pulsión de matar, de desquitarse de quién sabe quién, expresó en entrevista Itari Marta, quien dirige la obra Una historia del Diablo, que hoy se estrenará en el Foro Shakespeare.

Se trata, precisó, de un monólogo del dramaturgo estadunidense Don Nigro, acerca de la búsqueda del Diablo: del yo en una mujer. Es un viaje desde el interior de sus pesadillas hacia un despertar del espíritu más allá del bien y del mal.

La Caja Fuerte

María es una violinista que no cree en Dios, pero sí en el Diablo. El miedo profundo que le tiene a éste ha gobernado su vida... Un día decide creer que su novio tiene una amante y esta obsesión, junto con sus miedos, la llevarán a buscar respuestas.

Esta pieza teatral es un viaje bizarro mas allá de la realidad y las pesadillas, en el que la idea fija por una mujer idealizada resulta ser la búsqueda del yo, del Diablo dentro de sí.

Con esta obra se abre un nuevo espacio teatral en el Foro Shakespeare, que desde hoy se conocerá como La Caja Fuerte, la cual dará acceso únicamente a 22 personas por función. Itari Marta, la directora y adaptadora, ha concebido un espacio teatral ultraíntimo. Ahora, el mundo interior de María es recreado minuciosamente. La instalación está a cargo de la ilustradora Hilda Palafox. El diseño sonoro es un trabajo del artista Javier Lara, quien creó las voces internas del Diablo de María.

Don Nigro ha escrito más de 300 obras de teatro, 135 de las cuales han sido publicadas por Samuel French en 48 volúmenes. Una de ellas, Ravenscroft, fue adaptada al cine en la película The Manor, con Peter O’Toole.

Esta es la quinta historia que dirige Itari Marta, quien expuso al respecto: “Dirigir un monólogo es una de las cosas más difíciles de hacer en teatro. Esta obra la escribió el autor especialmente para una actriz y el reto fue dirigir a una mujer con un mundo tan complejo y con un texto que se tiene que sostener una hora y 15 minutos. Dirigir te pone en un lugar privilegiado, en el otro lado de la moneda, para mí, que también actúo.

“Estoy trabajando con una actriz que se compromete y se entrega. En este momento de mi vida es fundamental que el espectador crea lo que ve, porque todo el tiempo estamos diciendo que el teatro es la verdad escénica, que la gente te crea y ser verdadero. Yo, que soy una visitante asidua de las obras, veo que nos cuesta lograr la verdad escénica, lo cual está alejando a la gente.

“Hay producciones muy caras, pero los actores tienen estas deficiencias en torno de la verdad. Busco cómo acercar al espectador al escenario; para eso se requiere de actores comprometidos y preocupados por ser honestos en escena.

“Vivimos en un universo donde la esquizofrenia es la enfermedad cotidiana, porque todos estamos actuando todo el tiempo, mintiendo para sobrevivir, y el escenario es el único lugar donde se puede ser libre, para mostrar lo que tiene tu corazón, siendo sincero. Esa es mi búsqueda y cada vez que dirijo pretendo ser creíble.

“En esta obra, la mujer todo el tiempo cuestiona los paradigmas de belleza y de autoestima que rodean una relación de pareja. Como mujer, para mí significó meterme en ese infierno de saber cómo está mi relación con mi pareja, dónde está el amor real; cómo, para tener una relación sana, se debe limpiar el universo interno.

Eso ha sido como fuego en la cabeza. Es difícil, porque no hay otro lugar donde el espectador vaya a poner su atención, más que en esa persona, actriz o actor. El reto fue llenar el escenario de cosas, sin dejar que el espectador se aburra.

Una historia del Diablo es producida por Bruno Bichir, con la firma de Producciones Escarabajo. Hoy se estrena en el Foro Shakespeare (Zamora 7, Condesa. Teléfonos 5553 4642 y 5256 0014. Foro Shakespeare)