La oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos condenó hoy la ejecución del mexicano Ramiro Hernández Llanas; sostuvo que Estados Unidos violó el derecho internacional al no haberle concedido acceso a servicios consulares.

No es sólo un caso; es el último de varios sucesos similares que afectan a mexicanos, dijo en Ginebra el portavoz del Alto Comisionado, Rupert Colville. Agregó que Estados Unidos violó la Convención de Viena al negar a Hernández Llanas la asistencia de sus representantes consulares.

En tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se sumó al reclamo y subrayó que la aplicación de la pena capital constituyó una violación de los derechos fundamentales del preso mexicano, así como un incumplimiento de los compromisos internacionales de Estados Unidos.

Desde Washington, el organismo dijo que el estado de Texas desoyó todos los llamamientos internacionales y recordó que Hernández Llanas, además de que estaba incluido en el fallo Avena de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), también contaba con medidas cautelares que le había otorgado la CIDH a finales de marzo, precisamente para intentar detener su ejecución hasta que pudiera revisar su caso.

La CIDH deplora la falta de cumplimiento de Estados Unidos y Texas de las medidas cautelares, algo que contraviene sus obligaciones internacionales derivadas de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Declaración Americana, en vigor desde que Estados Unidos se incorporó a la OEA en 1951, dijo el organismo en un comunicado.

Hernández, de 44 años y originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue ejecutado el miércoles pasado con una inyección letal en una prisión de Texas.

Con mariachis reciben el cuerpo en Nuevo Laredo

Pasaron más de 20 años para que Ramiro Hernández Llanas regresara a Nuevo Laredo, esta vez en un ataúd, luego de ser ejecutado por autoridades del estado de Texas, que dieron cumplimiento a la sentencia de muerte por el crimen de un ranchero y el abuso sexual contra la esposa de éste.

Familiares, amigos y vecinos de la familia Hernández Llanas recibieron el féretro con aplausos y mariachis, que entonaban México lindo y querido, en una calle adornada con globos blancos.

Marta Llanas, madre de Ramiro, quien tenía 17 años de no haber visto a su hijo frente a frente, sólo a través de un vidrio en la prisión, era consolada por sus hijas.

Sus hermanos, sobrinos, vecinos y amigos acompañaron a recibir el cuerpo de su correligionario, ejecutado en Texas a pesar de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya dictaminó que Estados Unidos debía frenar la sentencia, por haberse violado sus derechos consulares. El velorio será en la colonia CNOP, donde Ramiro nació, estudio y recolectó basura junto a sus padres y hermanos.

(Con información de Carlos Figueroa, corresponsal)