Un acueducto llevaría el líquido desde el río Pánuco; sería un desastre ecológico, dicen
La extracción del recurso causaría daño directo a más de 7 mil trabajadores de un ingenio
Domingo 13 de abril de 2014, p. 9
Anunciada como la gran obra del sexenio, el acueducto Monterrey VI, una construcción de 372 kilómetros de longitud y 2.13 metros de diámetro, con origen en San Luis Potosí, que atraviesa territorios de Veracruz y Tamaulipas y llega al municipio de Linares, Nuevo León, para extraer agua del río Pánuco y dotar al área metropolitana de Monterrey durante los próximos 50 años, empieza a recibir los primeros rechazos de habitantes de las zonas afectadas.
Lo que se conoce como el proyecto hidráulico más largo de América Latina
, con una inversión de 17 mil millones de pesos, esconde un desastre ecológico, la afectación a miles de habitantes y, particularmente, daño directo a más de 7 mil trabajadores de caña de azúcar del ingenio de Pánuco, con sus 17 mil hectáreas en ambas márgenes.
Agrupaciones civiles, ganaderas, agrícolas e industriales que conforman la Asociación de Usuarios de la Cuenca Hidrológica del Río Pánuco consideran que técnicamente la extracción de agua no es viable y que el plan no es factible: El proyecto Monterrey VI está condenado al fracaso, la propia naturaleza se va a encargar de demostrarlo. Es inviable por donde lo quieran ver
, dice el ingeniero hidráulica, Alfonso Arroyo Amezcua, presidente de esa asociación.
Con 30 años de experiencia en La Huasteca, específicamente en el funcionamiento del cauce del río, el especialiosta señala que el proyecto les afecta en tiempos de estiaje, es decir, en temporada de sequía, donde los gastos del río Pánuco son bajos: Ahorita ya tenemos problemas para suministrar agua a las cañas. El año pasado bajó tanto el nivel del río que el agua del mar entró hasta 70 kilómetros y en todas las cañas en ambos márgenes del río; tuvimos que parar los riegos porque el agua estaba salada
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Desde la Cámara de Diputados y el Senado, el PAN ha solicitado la suspensión del proyecto Monterrey VI, hasta que el gobernador priísta Rodrigo Medina aclare de dónde saldrá el financiamiento y el fin que se dará al agua, ya que primero se dijo que sería utilizada en el método de fractura hidráulica o fracking para la extracción de gas shale en la cuenca de Burgos, y luego se negó.
Oficialmente, en el documento Retos de Desarrollo Regional de Energía 2014, de la Secretaría de Desarrollo Económico de Nuevo León, una de las metas principales del acueducto será garantizar el agua para las empresas que deseen invertir en pozos de explotación de hidrocarburos.
Pero en una visita reciente, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que el proyecto del acueducto Monterrey VI será una obra esencial: Dar abasto de agua a esta región no puede medirse en términos económicos, esa es la trascendencia de la obra, cuya licitación ya está en curso
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Ecocidio en el Pánuco
Estudios del Colegio Mexicano de Ingenieros y Arquitectos, como el titulado Evaluación de la sustentabilidad hidrológica, demuestran la inviabilidad del proyecto Monterrey VI: Estimamos que se viene un desastre ecológico para la zona, porque el cambio de las condiciones del agua afectaría a la flora y fauna. De por sí la zona ya está muy dañada, con ese proyecto habría sequía y mortandad de especies: cocodrilos, iguanas, garzas, águilas, patos, y toda la fauna y flora alrededor de las aguas
, dice el ingeniero Emilio Rafael Benavides Osorio, presidente del colegio fundado en Tampico, Tamaulipas.
Catedrático y especialista en la materia, advierte que nadie los consultó y se enteraron del proyecto por un compañero, lo cual, los inquietó. Así como está planteado el proyecto será un fracaso, porque no hay agua suficiente para que se puedan llevar esa cantidad permanentemente. Incluso, extraña que se insista en realizarlo de ese modo, cuando se supone que tienen asesores especialistas. En realidad todos los asesores que hemos visto opinan que no hay agua suficiente
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Advierte que no se oponen a compartir el agua, pero dice que para ello es necesario realizar antes obras hidráulicas pendientes desde hace décadas, como presas en algunos de los puntos de la cuenca alta sobre el río Tampaón, la presa Pujal-Coy y habilitar algunas lagunas en la cuenca baja para utilizarlas como almacenamiento.
Si se realizaran las obras planeadas sí podría tomarse agua. Tiene que llevarse a cabo el plan de infraestructura que desde hace mucho tiempo se programó y que lamentablemente los gobiernos no invirtieron. No nos oponemos a compartir el recurso porque es de todos, pero sin afectar a los que ya lo estamos usando.
En sus estudios Necesidades de Agua en la cuenca del Río Pánuco, tramo las Adjuntas-Pánuco y Registros de salinidad de agua en el río Pánuco, años 2012-2013, el ingeniero Arroyo Amezcua señala que son necesarias obras hidráulicas que el gobierno federal dejó pendientes desde 1975. Agua sí hay, lo que no tenemos es capacidad de almacenamiento para cuando hay mucha. Antes que Monterrey VI se requiere construir presas de almacenamiento en la sierra, aguas arriba, y hacer obras para el sistema lagunario
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Añade: Directamente lo que nos afecta es en tiempo de estiaje, de diciembre a junio. Nosotros requerimos en todos los usos y conservando el gasto ecológico que debe tener el río, en el orden de 150 metros cúbicos por segundo. Por ejemplo, hoy en la mañana la estación las Adjuntas tuvo un aforo de 127 metros cúbicos por segundo. Lo mínimo que quieren sacar son cinco metros cúbicos por segundo. Eso en tiempo de estiaje es desastroso para nosotros, porque esos cinco metros cúbicos por segundo significan 50 equipos de bombeo trabajando con lo que regamos las cañas. Nosotros tenemos 357 equipos de bombeo en ambas márgenes del río, entonces imagínese, bajaría bastante el gasto
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Sin estudios reales sobre el impacto ambiental, Arroyo Amezcua refuta los datos oficiales del gobernador Medina. El proyecto no está respetando el entorno ecológico, todos los estudios que han presentado están fuera de la realidad y de quienes conocemos la región. Los que realmente conocemos el funcionamiento operativo del río no estamos de acuerdo, porque sabemos que el líquido que les dieron a ellos, que son 473 millones de metros cúbicos al año, tendrían que estar bombeando día y noche sin parar 15 metros cúbicos por segundo, y no cinco como dicen. Ellos hablan de esa agua como si estuviera estática, cuando en realidad se mueve, entonces entra el tiempo, la cuarta dimensión y, por consiguiente, en ese tiempo no pueden extraer ese líquido. No podrán, es imposible
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Proyecto oscuro
Ambos especialistas, entrevistados por La Jornada, coinciden en señalar que detrás del proyecto Monterrey VI se esconde algo que desconocen y que tiene que ver con los fines para los cuales requieren tal cantidad de agua en la capital de Nuevo León.
La calidad del líquido del río Pánuco es mala, señalan que tiene un alto indice de contaminación: “No tenemos una estructura bien definida aguas arriba y en toda la cuenca para tener limpia el agua. Es líquido que viene contaminado. Imagínese los 355 kilómetros de tubería con cinco metros cúbicos por segundo, cuando pase por la zona árida de Tamaulipas; si los ductos de Pemex explotan, imagínese el futuro que espera a ese ducto. Yo he tratado de buscar algo favorable a Monterrey VI, pero no lo encuentro. Si en cien años de desarrollo de Monterrey llegan a 12.5 y ahora pretenden tener 130 por ciento, ¿toda esa agua para qué la quieren? Para el fracking, dicen, entonces ya apareció el peine. No sabemos lo que está atrás de todo esto. El presidente dice que los apoya, pero no dice cómo se la van a llevar y quién la va a pagar. Esas son las claves”.
Advierte: Al final, si se llevan el agua para Monterrey VI lo va a detener la propia naturaleza. Y eso es lo más riesgoso del proyecto, porque va al fracaso, y el costo lo vamos a pagar los mexicanos
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El ingeniero civil Felipe Carmona Martínez, consultor independiente y autor del estudio Funcionamiento analítico hidrológico preliminar amplificado de la cuenca del río Pánuco, se refiere a las cuestiones de temporalidad que hacen inviable Monterrey VI: Una extracción directa del río, dados los escurrimientos en el estiaje que son mínimos, no tiene los volúmenes de agua que se pretenden extraer. Además, tiene que haber un gasto de caudal ecológico. Hay demandas que sobre aguas del río, para usos de riego, uso industrial y algo de doméstico. Eso debe respetarse
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