En la boca se han encontrado 700 bacterias, sin incluir parásitos, virus y hongos, lo que convierte a dicha cavidad en un reservorio de gran variedad de enfermedades, expuso Ana María Fernández Presas, investigadora del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En un comunicado, asentó que si los pacientes con problemas cardiacos no son tratados con antibióticos antes de cualquier procedimiento dental, el estreptococo pasa al torrente sanguíneo y se aloja en válvulas cardiacas, lo cual puede causar la muerte.

Además, en la boca se encuentran parásitos como Entamoeba gingivalis y Trichomona tenax, pero se desconoce su participación en la periodontitis crónica, pues es difícil aislarlas por la presencia de bacterias.

Hay bacterias, abundó, que han sido estudiadas y se sabe que se relacionan estrechamente con la enfermedad periodontal, como Porphyromonas gingivalis, Tannerella forsythensis y Treponema denticola, que participan en la progresión de la periodontitis crónica.

La piorrea –término coloquial para describir la movilidad dentaria– o periodontitis crónica es más frecuente cuanta más edad se tiene, aunque empieza a afectar a sujetos de 30 años.

En colaboración con Rosario Morales, también de la Facultad de Medicina, la investigadora universitaria ha detectado en la boca Helicobacter pylori, agente responsable de gastritis y cáncer gástrico. En otro estudio realizado en el Hospital Español, conjuntamente con María Eugenia Manjarrez, jefa del Departamento de Virología del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), detectó que las mujeres con alto riesgo de presentar virus del papiloma humano (VPH) en cérvix, también lo tenían en la boca. Ambas investigadoras encontraron que 80 por ciento de las mujeres que practicaban sexo oral tenían VPH en boca y cérvix; en cambio, no se encontró relación estrecha con alcoholismo y tabaquismo.

Si bien es reservorio de enfermedades, dijo, la boca tiene mecanismos (saliva, mucosas, flujo salival, enzimas) que controlan el crecimiento indiscriminado de bacterias, parásitos, virus y hongos.

También destacó la capacidad amortiguadora de la saliva, la cual protege de los cambios bruscos de pH. La saliva tiene un amortiguador a base de bicarbonatos que neutralizan la acidez de los refrescos de cola o evita que la acidez del jitomate desmineralice los dientes, ejemplificó.