l complejo conflicto de Ucrania ha sido el gozne sobre el que giró y empujó el vendaval de cambios planetarios que están configurando un mundo-otro, cobrando al mismo tiempo mayor aceleración aún. La guerra mediática y política, las riesgosas escaramuzas en el este de Ucrania; las decisiones de la UE por conminación de EU; las presiones a que está sometida la señora Merkel y las preocupaciones que expresa, sin atinar a conferir una línea consistente a las decisiones de la UE frente a Rusia; la debilidad insuperable de la economía mundial y en particular la de Estados Unidos; la continuación de los horrores en Siria; son entre muchos otros, componentes que están elevando su temperatura peligrosamente.
La señora Lagarde (FMI) y el médico y antropólogo que preside el Banco Mundial, Jim Yong Kim, no caben en su desconcierto por las negativas del verdadero jefe (Washington, por si fuera necesario enfatizarlo). No es para menos: dos jornadas de ruidosas caídas bursátiles de alcance global, muestran a las claras la fragilidad de unos mercados hinchados por la burbuja del crédito. Puede ser un tsunami, creen algunos especuladores.
Después de siete años de crisis, la solución
, vía la política monetaria en curso, sólo ha acrecido las burbujas
. Pero FMI o BM o BCE (The European Central Bank) no han hecho sino negarlo sistemáticamente. Los poderosos, con EU al frente, han seguido políticas ultraexpansivas y han impuesto a los demás políticas ultrarrestrictivas a través de esas instituciones. En el caso de la UE se suma a esas mismas decisiones la CE (Comisión Europea). Unas políticas que no han sacado del estancamiento a los países poderosos (ni lo harán), pero que sí han producido un remolino piramidal que sube el ingreso mundial hacia la punta ocupada por una élite cada vez más microscópica.
Se ha buscado también con esa política fortalecer a la banca y hoy por hoy es la patética debilidad de la banca la que continúa siendo la mayor amenaza de la crisis.
Las utilidades de JP Morgan, el mayor banco de Estados Unidos, decrecieron 19 por ciento en lo que va del año, su peor trimestre desde 2008, según Bloomberg Limited Patnership. Y ahora no recibirá ningún salvavidas. El Nikkei (el índice bursátil más importante de Japón) tuvo una caía de 7.3 por ciento en las últimas dos semanas, y los índices de las bolsas europeas perdieron más de 4.4 por ciento en los primeros días de abril.
No hay duda que el tsunami financiero en crecimiento tiene su propia dinámica, pero ahora ha recibido un impulso adicional por el conflicto de Ucrania cuyos peores efectos para la economía mundial son las sanciones que EU y UE están en vías de aplicar a Rusia.
El pasado 10 de abril la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) aprobó durante una sesión, en la que no participó la delegación rusa, la resolución que retira el derecho de voto de Moscú y suspende su participación en los órganos dirigentes de la institución. Al día siguiente el presidente checo, Milos Zeman, propuso que la OTAN y la UE adoptaran medidas preventivas para detener
a Rusia. Tras la resolución de la APCE, el nerviosismo financiero
sufrió más fuertes sacudidas. Una primera respuesta del lado ruso fue la decisión anunciada por Alexander Dyukov, director general de Gazprom Neft (una de las cuatro mayores empresas petroleras rusas), según la cual tras hablar con nuestros clientes, hemos acordado la posibilidad de transferir los contratos [de dólares] a euros. Casi la totalidad de los clientes, 95 por ciento, ha confirmado su disposición a comerciar [petróleo y gas] en euros
.
En tanto, el yuan (o renminbi) ha entrado con fuerza en escena. Según el diario chino publicado en lengua inglesa South China Morning Post, al menos 40 bancos centrales han invertido en el yuan chino, y esta cifra promete ir en aumento. Los bancos centrales están añadiendo el yuan a su cartera y esto está transformando silenciosamente a la moneda china en un activo de reserva
. (Moneda de reserva es una que se utiliza para transacciones internacionales y para fijar precios de productos comercializados internacionalmente, como el petróleo, el oro, las materias primas y los productos de la alimentación, así como servicios, como los costos financieros o el transporte internacional.) El fortalecimiento de la moneda china proviene del intenso comercio con toda Asia, Europa y América Latina. La semana antepasada se abrió en Fráncfort la primera zona de comercio que intercambiará libremente en euros y yuanes. Austria, Noruega, Francia y Lituania han declarado oficialmente que sus bancos centrales atesoran la moneda china. También Australia. En Asia: Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Macao, Malasia, Nepal, Pakistán, Singapur y Tailandia han confirmado al yuan como moneda de reserva y, por tanto, atesorada por sus bancos centrales. Países de América del Sur como Chile, Bolivia y Venezuela, así como los africanos Kenia, Ghana, Sudáfrica, Nigeria y Tanzania han dado ese paso, de acuerdo con el diario citado.
El pasado 9 de abril China y Rusia firmaron un acuerdo por el cual los suministros energéticos de Rusia a China serán liquidados en yuanes.
Malas noticias para EU. Según el FMI, en 2000 60 por ciento de las reservas mundiales estaban denominadas en dólares. Hoy llegan apenas a 33 por ciento, en una curva inclinada hacia abajo.