Integrantes del Consejo Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Lerma sostuvieron que la resolución de la Junta Directiva que otorgó al rector general Salvador Vega y León poderes extraordinarios para emitir una convocatoria con el fin integrar la sexteta de candidatos a la rectoría del plantel violentan la legislación universitaria.

Al concluir ayer el proceso de auscultación entre los estudiantes del plantel y a una semana de que venza el plazo para que se presenten los candidatos –hay 13 inscritos–, los académicos sostuvieron que el procedimiento es una simulación. Es grave que el rector general vulnere la legislación universitaria. A la comunidad estudiantil se le hizo a un lado, pues tenía que trasladarse del estado de México a la unidad Xochimilco, donde se llevó a cabo el proceso de reconocimiento, aunque dicho procedimiento, como marcan los estatutos internos, debe desarrollarse en las unidades donde se vaya a elegir al rector de cada una de ellas.

En conferencia de prensa, los académicos insistieron en que el único órgano facultado para emitir la convocatoria es el Consejo Académico de la unidad Lerma, pero las autoridades universitarias desde el año pasado han descalificado su procedimiento con argumentos como: el número de profesores investigadores y de alumnos por profesor es inferior al real y que el número de horas del personal académico acumuladas en año promedio es menor al de otras unidades de la UAM. Los datos que han presentado son sesgados y tendenciosos, apuntaron.

Los integrantes del Consejo Académico de la UAM-Lerma pidieron el anonimato ante el temor de represalias, pero destacaron que otra irregularidad es que se les descalificó para emitir la convocatoria a la elección del rector del plantel; sin embargo, se aceptó el presupuesto que elaboraron para este año, el cual incluso se está ejerciendo.

También criticaron que la Junta Directiva descalifique a priori a académicos externos a la unidad Lerma y haya argumentado que por no ser de la UAM son incompetentes para comprender a la institución y apegarse a la legalidad. Su opinión es incoherente, ya que en la citada junta hay personas que no pertenecen a dicha casa de estudios.

El proceso está descompuesto, insistieron; el rector general trata de imponer a una persona que responda a sus intereses y no da ninguna oportunidad a que académicos y estudiantes de la unidad Lerma se expresen. El miércoles de la próxima semana, abundaron, los rectores, general y de las otras unidades de la UAM, deberán dar a conocer los nombres de los candidatos a la rectoría, pero si no hay alguien del agrado del rector general, nuevamente quedará acéfala la rectoría de la unidad Lerma, y eso implica que continúen paralizados varios procedimientos administrativos, como el del servicio social, la entrega de los comprobantes de idiomas, entre otros.

Refirieron que esta es la segunda ocasión en los 40 años de existencia de la UAM en que un rector general interviene en la elección de un rector de unidad y que la Junta Directiva debe resolver quién tiene la razón en el proceso de elección, si el Consejo Académico de la unidad Lerma o Vega y León. Esa junta está integrada por gente honorable, que no tiene ningún interés político, pero es evidente por quién se inclinó, acotaron.