Queremos que lo regresen; en el DF no le dan la importancia que tiene
: pobladores
despojode Tláloc a Coatlinchán
Desde que se llevaron el monolito dejó de llover y bajó la productividad de la tierra, lamentan
Jueves 17 de abril de 2014, p. 28
Texcoco, Méx., 16 de abril.
Con una ceremonia de tipo prehispánico, una misa católica de rogación
para pedir lluvia para un buen año agrícola y diversas actividades culturales, pobladores de Coatlinchán conmemoraron los 50 años de que el Ejército Mexicano se llevó el monolito de Tláloc del paraje Cañada del Agua al Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México.
Jóvenes y niños de Coatlinchán exigieron que regresen a Tláloc
, estatua que los pobladores llaman piedra de los tecomates
y que en realidad representa a Chalchihuitlicue, compañera del dios mexica de la lluvia.
Los más viejos recuerdan el 16 de abril de 1964, cuando el Ejército, que mantenía ocupado el poblado, sacó el monolito en una plataforma, contra la voluntad del pueblo. Los jóvenes, por medio de los relatos que les contaron sus abuelos, mantienen viva la historia y los niños preservan la tradición de venerar al dios de la lluvia.
Este miércoles fue un día diferente en Coatlinchán; todos tenían presente el despojo
que sufrieron hace 50 años. Recordaban sus experiencias. Desde que se llevaron a Tláloc en el pueblo dejó de llover; las tierras bajaron de productividad. Ya no fue lo mismo
, lamentaron.
En el centro del poblado, donde desde hace siete años existe una réplica de la piedra de los tecomates
, de características y dimensiones similares al original, se celebró una ceremonia de tipo prehispánico y se colocó una ofrenda floral al pie del monolito. También se montó una exposición de réplicas de la estatua y un tianguis cultural.
En la Cañada del Agua o Cañada de Santa Clara, en la parte alta del cerro de Tláloc, lugar de donde se llevaron el monolito, decenas de pobladores se congregaron y celebraron una misa de rogación
para pedir lluvia al dios y que este año haya buen periodo agrícola.
El paraje Cañada de Agua es simbólico para los pobladores que conservan el lugar. “De aquí la figura que se llevaron fue la de Chalchihuitlicue, que en náhuatl significa ‘la que tiene su falda de jade’, la deidad femenina, porque Tláloc sigue en lo alto del cerro”, dijo Guadalupe Villarreal, residente del poblado texcocano y testigo de los sucesos de hace medio siglo.
Los habitantes de San Miguel Coatlinchán guardan un secreto que nadie quiere revelar: el verdadero sitio donde está el monolito del dios de la lluvia. Además, aseguran que el gobierno federal no ha cumplido las promesas de hace 50 años, es decir, escuelas, centros de salud, carreteras y diversas obras
.
Hoy aquí no festejamos, sino conmemoramos aquel despojo. Queremos que nos regresen a Tláloc porque allá en la ciudad de México no le dan la importancia y valor cultural que tiene, y que se le daba en nuestro pueblo. Lo que buscamos es no perder nuestra identidad y conservar nuestras raíces
, dijo Erick Galicia Ortiz, segundo delegado de Coatlinchán.