La obra hizo patente el miedo al otro
propiciado por la discriminación y los prejuicios
barrio bravoubicado en la capital mexicanaFoto Ap
Viernes 18 de abril de 2014, p. 4
Una aguerrida activista social y una luchona comerciante, ambas mujeres con fuertes historias de vida, integran el elenco de la propuesta escénica Safari en Tepito, dirigida por Daniel Giménez Cacho, la cual concluye temporada en diversos espacios al aire libre, calles y viviendas de ese barrio.
Safari en Tepito, el cual incluye recorridos a pie y traslados en motonetas por esa zona, considerada una de las más peligrosas de la ciudad de México, devela la historia de estas dos mujeres en el mismo lugar donde viven con su familia. En la obra son guiadas por dos actores, quienes fueron sus huéspedes durante dos semanas, lo cual los unió y solidarizó.
Tepito existe porque resiste
, es el lema de la producción, actores y habitantes tepiteños. La escenificación dura cerca de cuatro horas.
La actriz Mónica del Carmen y Mayra Valenzuela, defensora de los derechos humanos, ofrecen una descripción de las arbitrariedades y la precariedad de la justicia en México. En su departamento, Mayra narra junto con Mónica cada uno de los momentos que ha vivido y guía a los espectadores –junto con el escuadrón de 10 motonetas– a la Plaza de las Tres Culturas, a la histórica iglesia de la Concepción y a la vecindad de Peralvillo 22.
Después, la decena de espectadores son trasladados por el equipo de la producción para conocer a Verónica Hernández, una de las siete cabronas de Tepito
, quien –junto con el actor Mauricio Isaac–, muestra la pasión de la mujer por el danzón, pero también el abuso sexual que le infligió su tío desde pequeña.
Luego de conocer su casa y el local del tianguis donde trabaja, Verónica y Mauricio llevan a los espectadores con El Pipiolo –otro de los personajes tepiteños–, quien para agradecer la visita pone música e inicia el baile de cumbia en la oscuridad que impera en la desolada calle.
Este proyecto que encabeza Giménez Cacho, basado en el concepto WijkSafari de la holandesa Adelheid Roosen (Female Economy), ha atraído desde marzo pasado a variopinto auditorio que se adentra en las vidas de los tepiteños para reflejar que discriminación, prejuicios, diferencias culturales y sociales generan enorme polarización y un miedo al otro
.