Entre las enfermedades mentales, el trastorno bipolar es el tercero más frecuente y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa una de las seis causas principales de discapacidad y pérdida de años de vida saludable. Puede afectar a cualquier persona y con frecuencia inicia en los últimos años de la adolescencia o los primeros de la edad adulta.

El Consejo de Salubridad General define a este padecimiento como un trastorno afectivo caracterizado por la presencia de episodios reiterados (al menos dos) en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del individuo están profundamente alterados. En ocasiones está presente una exaltación del estado de ánimo y un aumento en la vitalidad y del nivel de actividad (manías), y en otras disminuye el estado de ánimo y hay un descenso de la vitalidad (depresión).

Manuel Sánchez de Carmona, presidente de la Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar (ISBD, por sus siglas en inglés), señaló que con base en la Encuesta Nacional de Psiquiatría de 2003, la investigación más reciente en esta área, se estima que el trastorno bipolar tipo I, que es el más frecuente, afecta a 1.6 por ciento de la población mundial.

Con base en esos datos, en México hay alrededor de 3 millones de personas que desarrollan trastorno bipolar a lo largo de su vida. El especialista en siquiatría alertó que 70 por ciento de los pacientes reciben un diagnóstico erróneo, lo que complica su control. Además, la falta de atención médica correcta puede repercutir en forma negativa en la esfera familiar, social y laboral de los afectados.

Sánchez Carmona, también miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, explicó que las variaciones en el estado de ánimo se manifiestan con episodios alternados maniacos y depresivos: euforia, subidas de autoestima poco realistas y disminución de las horas de sueño, comportamientos de alto riesgo como abuso de alcohol, drogas, conducción temeraria y promiscuidad sexual.

Durante la recaída en manía o depresión, los pacientes pueden experimentar interrupciones en sus actividades cotidianas e incluso registrar tendencias suicidas, explicó. De hecho, aproximadamente de 25 a 50 por ciento de los individuos con trastorno bipolar intentan suicidarse al menos una vez y uno de cada cuatro o cinco que no tienen un tratamiento médico, lo intentan con éxito.

Carencia de servicios médicos, obstáculo para su tratamiento

Información de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos señala que también los niños y adultos pueden sufrir trastorno bipolar. Éste es un problema de salud que generalmente dura toda la vida.

En cuanto a los factores que contribuyen al desarrollo del padecimiento, los NIH identifican uno genético, pues la enfermedad es hereditaria y la anormalidad en la estructura y función del cerebro.

Sin embargo, las causas no siempre son claras. Los científicos siguen investigando y con sus trabajos se espera que en un futuro los médicos puedan predecir si una persona sufrirá trastorno bipolar o incluso prevenir su aparición, indican los NIH.

Uno de los obstáculos para el diagnóstico y el tratamiento médico del padecimiento, también señalado por la OMS, es la carencia de servicios médicos. Estimó que entre 76 y 85 por ciento de los pacientes con trastornos mentales en países de ingresos bajos y medios, no reciben ningún tipo de afección. Este es un problema que también afecta a naciones desarrolladas, donde de 35 a 50 por ciento de los afectados enfrenta la misma problemática.