resucitaral país. El de Moscú instó a rezar para que nadie destruya
la santa Rusiay el papa Francisco pidió por la paz en la región Foto Reuters
Moscú acusa a Kiev de falta de voluntad para desarmar a nacionalistas
La ofensiva provoca cinco muertos
En región de Donietsk piden que Rusia envíe al ejército
Si se logra la unidad hay opciones
para la independencia: ETA
Enfrentamientos entre estudiantes y uniformados en la protesta, dice el alcalde de Chacao
Siguen desaparecidas 253 personas del transbordador sudcoreano
París. Los cuatro periodistas franceses liberados tras diez meses de cautiverio en Siria a manos del grupo Estado Islámico en Irak y Levante, vinculado con Al Qaeda, llegaron ayer a Francia con semblante cansado y muy delgados. El presidente francés, François Hollande, recibió a los periodistas a su llegada al aeropuerto militar de Villacoublay, cerca de esta capital. El curtido reportero de la radio Europe 1, Didier François dijo que pasaron diez meses completos en sótanos sin ver la luz del día, y mes y medio encadenados los cuatro... En un país en guerra, nunca nada es fácil, ni la comida, ni el agua, ni la electricidad
. El reportero del semanario francés Le Point Nicolas Hénin relató: lo que más sufrimos durante toda la primera parte de nuestra detención fue la falta de alimentos... También hubo un poco de maltrato físico
. Hollande reiteró que Francia no paga rescates
en el caso de rehenes.
Boston. Cuando estalló la primera bomba a las 14:49 (hora local), Jean Harnedy estaba sentada con su hijo en un restaurante cerca de la línea de meta. El chico de diez años le preguntó a su madre si había escuchado aquel disparo de cañón. Teníamos miedo de abandonar el restaurante
, recuerda Harnedy, de 41 años, los momentos que siguieron al atentado del año pasado, cuando dos estruendos causados por sendas bombas transformaron el maratón de Boston en una escena de caos en medio de ondulantes nubes de humo. Pero el polvo hace tiempo que se desvaneció y la próspera ciudad estadunidense a orillas del océano Atlántico estará blindará este año para no permitir que otro acto de terror vuelva a estropear la cita deportiva. La ciudad espera que entre 500 mil y un millón de personas estén en la calle cuando suene el pistoletazo de salida. La meta estará en la previsiblemente colmada Copley Square. El recorrido de 42 kilómetros tendrá más aficionados que nunca agolpados para animar a los corredores. Se estima que haya 36 mil atletas, 9 mil más que en 2013, y la organización quiere dar a los participantes del año pasado la posibilidad de terminar la prueba que fue interrumpida por el atentado.