Villahermosa, Tab., 21 de abril.

Unos mil campesinos de los municipios de Jalpa de Méndez y Nacajuca se movilizaron hoy aquí por enésima vez para reclamar el pago de afectaciones en sus propiedades que, aseguran, provocó la explosión del pozo Terra 123, ocurrida en octubre de 2013, por la cual mantienen bloqueados 126 pozos petroleros en esa zona de la Chontalpa chica.

Entre los pozos petroleros bloqueados están los del campo Sen, considerado importante por la producción del crudo ligero tipo olmeca, el más cotizado en el mercado internacional.

Según datos de Pemex hasta 2010, el campo Sen se ubica entre los 10 grandes de México, pues está en el noveno puesto con 54 mil barriles diarios y 2.1 por ciento de la producción nacional.

La mañana de hoy los manifestantes se plantaron en las instalaciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación para pedir su intervención ante la de Gobernación para que los apoye con 700 proyectos productivos en beneficio de las 75 comunidades afectadas.

Los cierres a las instalaciones petroleras se reanudaron el pasado 31 de marzo, luego que representantes de las localidades rompieron pláticas con funcionarios de Pemex y del gobierno del estado.

Los pobladores dijeron que el diálogo se fracturó porque representantes de la administración estatal avalaban todo lo que decía Pemex; los representante de la paraestatal señalaron que los afectados exigían dinero en efectivo.

La semana pasada los afectados demandaron reinstalar la mesa de diálogo, pero ahora exigen una solución definitiva al problema con la intervención del gobierno federal. Los productores pretenden una indemnización por afectaciones al medio ambiente, quema de pastizales, contaminación en lagunas, así como muertes de animales de corral y daños a viviendas.

Protestan cetemistas

Unos 300 obreros agremiados a la Confederación de Trabajadores de México protestaron la tarde de hoy frente a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) para exigir aclarar la muerte de dos trabajadores el 14 de abril, durante una disputa de plazas entre dos grupos en el Complejo de Gas Nuevo Pemex, ubicado en los límites de Tabasco y Chiapas.

Los obreros tabasqueños alegan que la PGJ mintió, debido a que en su reporte oficial señaló que los empleados murieron en una riña sumamente violenta entre trabajadores de ambos gremios; sin embargo, ellos dijeron que policías ministeriales dispararon contra los obreros.

Encabezados por Liborio González Pérez, secretario del Sindicato Estatal de la Construcción, los manifestantes pidieron a gritos justicia y dijeron que el gobierno del cambio es matar obreros.