Defiende la función del nuevo etiquetado
Martes 22 de abril de 2014, p. 27
Ante los cuestionamientos por el etiquetado a alimentos procesados y bebidas no alcohólicas para prevenir la obesidad y la diabetes, la Secretaría de Salud señaló ayer que estas reglas no promueven el consumo de azúcares, sino que buscan transparentar el contenido nutrimental de alimentos y bebidas para que los consumidores tomen las mejores decisiones
.
El domingo 35 expertos internacionales divulgaron una carta enviada al presidente Enrique Peña Nieto, en la cual cuestionaron el etiquetado propuesto por el gobierno federal, ya que estimaron que no informa con claridad sobre el contenido de azúcares de las bebidas y agudizará los problemas de obesidad y diabetes.
Ante ello, la dependencia, por conducto de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, explicó que los alimentos y bebidas procesados pueden contener azúcares provenientes de dos fuentes: azúcares naturales –como jugos, yogures con fruta, néctares y en general cualquier producto que en su elaboración contenga fruta natural– y azúcares añadidos, como refrescos, caramelos, pastelitos y chocolates.
Agregó que el nuevo etiquetado contempla las dos fuentes de azúcares para incluir a todos los alimentos y bebidas reguladas por la Cofepris, para lo cual se establece un parámetro que contempla a los azúcares totales contenidos en el producto. Apuntó que la palabra kilocalorías de azúcares que fue incluida en la reforma no constituye una recomendación de consumo de 360 kilocalorías provenientes de azúcares añadidos, toda vez que este parámetro sirve sólo como una referencia máxima de ingesta diaria de azúcares totales
.
Agregó que la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo máximo de 200 kilocalorías de azúcares añadidos, y la reforma toma en cuenta los azúcares totales, con lo cual estima que va más allá de lo propuesto por el organismo internacional.
Aseguró que si la reforma sólo toma en cuenta azúcares añadidos, quedarían fuera de la regulación azúcares de origen natural, como los jugos que, si bien no tienen azúcares añadidos, sí tienen un alto contenido de azúcares naturales.