Cruz Azul se apropió del superliderato al sumar 36 puntos tras vencer 2-1 a Pumas, que con la derrota podría descender peldaños en la tabla general.

Para La Máquina la clave del partido fueron dos cambios que realizó atinadamente el técnico Luis Fernando Tena, quien en el complemento decidió la entrada de Rogelio Chávez y Mauro Formica, quienes dieron la voltereta al encuentro con anotaciones a los minutos 79 y 81.

Antes, por los auriazules, que quedaron con 25 puntos, abrió el marcador Roberto Ramírez (72).

El partido de la fecha 17 en el estadio Azul sirvió para festejar la reciente conquista de los Cementeros del torneo de Campeones de la Concacaf, y tras el pitazo final se escucharon las notas de We are the Champions.

El cotejo tuvo un inicio flojo desde el calentamiento. A partir de entonces se supo que La Máquina enfrentaría este partido de gran convocatoria con suplentes.

A pesar de la dinámica que caracteriza a los jugadores de la UNAM y de que encajonaron en su propia área a los celestes, el juego cayó en un marasmo.

En el primer lapso sólo se registraron algunas llegadas sin profundidad y sin amenaza seria de Pumas, así como tiros demasiado cruzados de Pablo Barrera e Ismael Valadez.

Para Cruz Azul lo importante era exhibir el trofeo conquistado el pasado miércoles en Toluca, que le redituó el boleto al Mundial de Clubes de Marruecos, mientras el Flaco Tena quiso consentir a sus titulares dándoles descanso.

Al medio tiempo en extraño escenario –lluvia tupida, intenso calor y brillante sol–, encabezados por el capitán Gerardo Torrado, los celestes salieron a pasear el trofeo enfundados en pants y con tenis.

El conjunto universitario dio vida al tablero al 72 por conducto de su joven revelación, Roberto Ramírez. Lagos desbordó por el costado izquierdo y sacó un centro exacto que Ramírez martilló con potencia y el sólido cabezazo resultó incontenible para Allison.

Pumas acarició la segunda anotación cuando David Cabrera impactó un disparo en el poste izquierdo.

Al 79, Chávez se quitó la marca de dos defensas y remitió tiro cruzado que Luis Fuentes desvió para decretar el 1-1. Dos minutos más tarde La Máquina hizo la voltereta con otro disparo por conducto de Formica para el 2-1.

Antes del partido, fanáticos cementeros, sobre todo de la barra Sangre Azul, lanzaron piedras contra autobuses que transportaban hinchas auriazules, a pesar de que venían escoltados por uniformados. Después hubo un conato de bronca entre los agresores y elementos de la policía capitalina, pero no pasó a mayores.

Tena no tiene miedo a la maldición del superliderato: No le temo, al contrario, estamos muy contentos y ojalá la gente venga y nos apoye en la liguilla. Ahí queríamos estar, nos sentimos cómodos. Es por lo que hemos luchado todo el torneo desde la fecha tres.

Aseguró que haber ganado el título de la Concacaf es la mejor sicología motivacional que pueda haber. Ahí vamos creciendo todos y con metas muy firmes.

Opinó que el futbol actual es tan parejo que se convierte en cuestión de puntería: El equipo siempre lucha, pelea, supo reponerse con gran esfuerzo y jugando bien. Ganamos un partido importante porque queríamos el liderato y la gente también.

El Flaco señaló que era lógico jugar con suplentes porque los titulares han tenido mucho desgaste y es importante que ganen ritmo los otros elementos: En el vestidor hay muchos mandones, con carácter y personalidad. No hay presión porque los jugadores tienen mucha experiencia.

Por su parte, Trejo comentó: El segundo tiempo resultó bastante interesante, movido, agradable para la gente. Nosotros con la ventaja y la oportunidad de hacer dos goles más. Creo que el resultado es injusto, pudimos ganar 3-0. Sin embargo, perdimos y ahora a pensar en lo que viene, la recuperación de los lastimados.

Agregó que las lesiones de Darío Verón y Martín Bravo no son tan graves, por lo que espera que se recuperen para arrancar bien la liguilla.