Álvaro Obregón, Oax., 26 de abril.

Indígenas zapotecas y huaves compartieron comida, bebida, danza y música tradicional en la conmemoración del medio siglo de la muerte del general Heliodoro Charis Castro, personaje emblemático de los juchitecos por su participación en la Revolución Mexicana, además de fundar poblaciones y escuelas en el istmo de Tehuantepec.

La fiesta para recordar al fundador de este sitio, que en los años 30 se llamó Colonia Agrícola Militar Álvaro Obregón, la organizó el cabildo comunitario, paralelo al constitucional, y contó con la participación de Lugarda Charis y Guadalupe Altamirano Charis, hija y nieta del general, respectivamente.

Integrantes del pueblo ikoots (huaves) danzaron el tradicional baile de los malinches, en el cual los hombres visten camisa blanca y pantalón oscuro, además de una mascada roja en su cabeza, quienes al ritmo de la música saltan con machetes que entrelazan entre sus piernas.

Asimismo, se contó con la participación del consejo comunitario de ancianos y de los binni guiapa guidxi (policía comunitaria en zapoteco), quienes resguardaron la seguridad de la actividad.

Los organizadores dijeron reconocer la trayectoria política y cultural de un juchiteco que defendió la patria e impulsó edificios educativos, como el Centro Escolar Juchitán y el instituto Tecnológico del istmo de Tehuantepec, la casa de estudios en la región.

Charis Castro nació el 3 de julio de 1896, no tuvo oportunidad de ir a la escuela ni de aprender español. Fue nombrado general brigadier por Álvaro Obregón. Durante la Revolución Mexicana su cuartel fue la Escuela Juchitán, que se ubica en el centro de la cabecera del municipio del mismo nombre.