Buenos Aires, 1º de mayo.

El precio de los combustibles, los vuelos de cabotaje y los pasajes de tren de una línea ferroviaria metropolitana registraron el jueves aumentos en el contexto de una inflación que los analistas estiman en cerca de 30 por ciento para todo 2104, y que es considerada el principal problema de la economía argentina.

Cuando se celebra el Día del Trabajo, las gasolinas y el gasoil se incrementaron 3.8 por ciento, el quinto aumento de los combustibles en lo que va del año, en el marco de un acuerdo tarifario alcanzado por el gobierno y las petroleras.

En una estación de servicio de la brasileña Petrobras, en Buenos Aires, la gasolina Premium pasó a costar 12.99 pesos (1.62 dólares) el litro; la Súper, 11.48 pesos (1.43 dólares); el diésel pódium, 12.19 pesos (1.52 dólares) y el diésel común 10.16 pesos (1.27 dólares) el litro.

Luis Malchiodi, titular de la Federación de Entidades de Combustible de Buenos Aires, dijo a radio La Red que estos incrementos no benefician a los dueños de las gasolineras porque tenemos que aumentar nuestro capital, integrar algún tipo de dinero para suplir la diferencia. Malchiodi pronosticó que la Premium costará 20 pesos (2.5 dólares) el litro a fin de año.

Esta nueva subida en las tarifas se acumula a la de 5.4 por ciento de abril; 6.1 por ciento de marzo; 6 por ciento de febrero y 7 por ciento de enero. Los aumentos son consecuencia de la devaluación de enero, que llegó a 23 por ciento, explicaron analistas.

En tanto, las aerolíneas fueron autorizadas a aplicar un aumento promedio de 12 por ciento en los vuelos internos.

Asimismo, los precios de los pasajes en la línea de tren General San Martín, que une Buenos Aires con la populosa localidad de Pilar, unos 40 kilómetros al noroeste, sufrieron incrementos de 100 por ciento. El viaje de menor recorrido se incrementó de uno a dos pesos (de 0.125 a 0.25 dólares), aunque aquellos pasajeros que reciben beneficios, como los jubilados o desempleados con hijos, tendrán descuentos sobre las nuevas tarifas. La inflación de Argentina, la más alta de la región después de la de Venezuela, figura entre las principales preocupaciones de la población.

En marzo, último mes del que hay una medición oficial de la inflación, el alza del costo de vida fue de 2.6 por ciento con relación al mes anterior, lo cual según el gobierno confirma una desaceleración en el aumento generalizado de precios que se produjo a principios de año. Asimismo, los precios acumularon un alza de 10 por ciento durante el primer trimestre del año. Sin embargo, consultoras privadas dijeron que la inflación estuvo por encima de 3 por ciento en marzo.

Después de mantener vigente por siete años un índice de precios cuestionado dentro y fuera de Argentina por subvalorar la inflación, el gobierno aplicó desde enero uno nuevo que se toma sobre la base de un relevamiento de precios de 230 mil productos en más de 10 mil comercios de todo el país, el cual arroja mediciones más cercanas a las de las consultoras privadas. Estas últimas, a su vez, basan sus cálculos en los comercios de capital y su cordón urbano.

Según economistas privados, la inflación en 2013 fue de cerca de 30 por ciento, más del doble de lo que estimó el gobierno, y calculan que irá en aumento a lo largo de este año. El Ejecutivo intenta desacelerarla mediante el programa Precios Cuidados, que acordó con las grandes cadenas de supermercados para fijar el precio de más de 300 productos.