Aun cuando se podrían cubrir las necesidades alimentarias de toda la población mundial, uno de cada ocho habitantes sufre hambre, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Bernardo Kliksberg, asesor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), calificó como un escándalo ético que en un mundo con 7 mil millones de habitantes, casi 30 por ciento padezca hambre cuando a escala global se genera alimento para 12 mil millones de personas.

Al ofrecer hace unos días la conferencia inaugural del congreso Política social y sociedad civil: retos para alcanzar la equidad y la justicia social, organizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México, el experto dijo que 8 millones de niños mueren cada año en el planeta por problemas relacionados con la pobreza, además de que cada tres segundos fallece un menor por desnutrición y falta de agua potable.

De acuerdo con el Unicef, 2 mil millones de personas en el mundo padecen hambre silenciosa y carecen de micronutrientes fundamentales como el fluoruro, yodo, zinc y vitaminas C, A, E y K.

Para cubrir esas necesidades, se necesitarían 0.25 centavos de dólar por persona, pero en vez de eso, el mundo invierte 2 millones de dólares cada segundo en armamento, lamentó.

Los beneficios para la humanidad en avances tecnológicos como la robótica o el Internet, palidecen al considerar que aún hay familias desesperadas que emigran de África a países desarrollados para sobrevivir y que los intentos registren altas tasas de muertes; también, que quienes llegan a su destino sean maltratados por el resurgimiento de movimientos xenófobos y partidos políticos de extrema derecha.

Kliksberg, quien es considerado precursor de la ética para el desarrollo, señaló que abundan paradojas crueles, como que en Guatemala –un país productor de alimentos– ser indígena y estar hambriento sean sinónimos.

Otro dato dramático es que 900 millones de individuos en el orbe carecen de agua potable. Según la ONU, en el mundo hay niños que tardan hasta seis horas en encontrar qué beber y más de la mitad de las camas de hospitales están ocupadas por pacientes que ingirieron agua contaminada.

Mencionó que 2 mil 600 millones de personas carecen de alcantarillado y desagüe, lo que deriva en enfermedades gastrointestinales. Además, mil 400 millones de humanos no tienen electricidad y cocinan con leña, lo que contamina y provoca enfermedades.

Datos de ONU Mujeres señalan que se han registrado 603 millones de agresiones contra el género femenino en naciones donde los ataques físicos no representan delito, además de que hay 4 millones de desaparecidas que podrían haber sido objeto de violencia doméstica o de denuncias nunca investigadas.

El asesor de Naciones Unidas apuntó que la revista The Economist ha reportado que 300 millones de jóvenes están de-socupados y sin posibilidad de formarse académicamente.

Contrario a esa cruda realidad, aun cuando 2013 fue un mal año en el aspecto económico, los miembros de las 300 mayores fortunas del mundo ganaron 524 mil millones de dólares. Se calcula que percibieron individualmente mil 746 millones de dólares en promedio, mientras los pobres apenas juntaron 456 dólares anuales, concluyó Kliksberg.