El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) presentó en su Programa Institucional (PI) 2014-2018 un diagnóstico de los principales retos para el sector. Detectó falta de incentivos para que los egresados de licenciatura accedan a un posgrado, así como limitada capacidad de formación del capital humano de alto nivel que responda a las necesidades y vocaciones de las entidades federativas con menor desarrollo.

El organismo indicó que los seis objetivos del PI (publicado el pasado 30 de abril en el Diario Oficial de la Federación) son: contribuir al fortalecimiento del acervo de capital humano de alto nivel para el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación; al desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación en las entidades federativas; a la generación y aplicación del conocimiento científico y tecnológico; a la transferencia y aprovechamiento del conocimiento científico y tecnológico para favorecer la innovación; a la creación, mantenimiento y mejora de la infraestructura científica y tecnológica del país; y con una organización transparente, eficiente y eficaz.

Sin embargo, alertó que entre los principales retos que enfrenta México para desarrollar su capacidad científica y tecnológica se encuentra la baja proporción de la población que cuenta con posgrado en comparación con otros países, así como el número de miembros de la Población Económicamente Activa (PEA) dedicada a labores de ciencia y tecnología, que alcanza una tasa de 0.9 por cada mil habitantes, mientras que en Estados Unidos es de 9, y el promedio entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es de 7.

Sobre el Sistema Nacional de Investigadores, el Conacyt reconoció que ante el crecimiento de su padrón –el cual, aseguró, se incrementó 53.4 por ciento de 2006 a 2012, ya que actualmente cuenta con 21 mil 358 miembros– generó que los criterios de evaluación sean más numéricos que cualitativos. Tradicionalmente el SNI se ha inclinado a la evaluación de individuos y resultados científicos publicados, desalentando emprender proyectos de más largo plazo y alto impacto científico, investigación multidisciplinaria sobre problemas complejos y la interacción con el sector empresarial que tiene potencial de innovación.

En lo que respecta al desarrollo de competencias científicas y tecnológicas en las zonas geográficas, detectó que es necesario reconocer las diferencias entre las regiones y diseñar instrumentos que permitan avanzar en las necesidades de cada entidad. Hay estados que se encuentran en una fase de consolidación de la economía del conocimiento, en tanto, otros están en una fase de construcción.

El diagnóstico elaborado por el Conacyt alerta que es indispensable fortalecer, consolidar y renovar la infraestructura especializada existente, así como crear nuevas instalaciones para el desarrollo de actividades científicas y tecnológicas. El PI fue publicado este 30 de abril en el Diario Oficial de la Federación, por lo que entró en vigor.