La Comunidad Agraria de Atizapán de Zaragoza trabaja para hacer efectiva una sentencia dictada en su favor en 1998 por el tribunal unitario agrario del décimo distrito en 1998, la cual señala que cuatro títulos emitidos durante la época virreinal acreditan a los comuneros como dueños de mil 672 hectáreas de terrenos en el municipio, donde se ubica la llamada Zona Esmeralda de Atizapán, estado de México.

En estos terrenos están fraccionamientos como el Club Chiluca, Club de Golf Valle Escondido, además de los centros comerciales Galerías Atizapán y Patio Esmeralda, así como gasolineras y otros negocios.

Actualmente, mediante un amparo que la comunidad interpuso para que no continúe la invasión de sus terrenos, se ha suspendido el otorgamiento de licencias de construcción, de uso de suelo, de funcionamiento y todo trámite que cambie el estado actual de las tierras amparadas por los títulos virreinales.

Son tierras comunales que han sido invadidas y han tenido gran crecimiento. Como comunidad agraria no pretendemos afectar a los residentes, pues provocaríamos un problema social. Lo que busca la comunidad es llegar a acuerdos con los empresarios que instalaron centros comerciales e invadieron tierras a sabiendas de que existía un juicio, señaló en entrevista telefónica Edmundo Ruiz, representante de la Comunidad Agraria de Atizapán de Zaragoza.

El primero de los títulos con los que los comuneros acreditaron sus derechos sobre las tierras fue otorgado por Antonio de Mendoza, virrey de la Nueva España, en 1537, a los pobladores de Tizapán de San Francisco, hoy Atizapán de Zaragoza. Los otros títulos datan de 1541, 1719 y 1742 y son conservados por el Archivo General de la Nación.

Los comuneros, de acuerdo con la sentencia, tienen derecho a reclamar la restitución de todas las tierras amparadas por dichos títulos, que equivalen en realidad a 2 mil 46 hectáreas, pero dado que ahí se encuentran algunas áreas que cuentan con un certificado de inafectabilidad, entre los que están las que corresponden a la Presa Madín, la superficie sobre la que tienen derechos los comuneros es de mil 672 hectáreas.

De acuerdo con la ley, los derechos de las tierras comunales no prescriben, y las únicas propiedades que estarían exentas de ser restituidas a la Comunidad Agraria de Atizapán de Zaragoza, son aquellas que estén destinadas a la explotación agraria. Lo anterior significa que, de según Edmundo Ruiz, no puede ser aplicado a aquellas a las que se les ha dado un giro comercial.

Aunque la sentencia se dictó en 1998, la comunidad no ha hecho efectivos sus derechos, pues tuvo problemas para conformar su representación legal. Ya lo han resuelto y han sido reconocidos oficialmente por el Tribunal Agrario.

En estas tierras también están asentados el aeropuerto de Chiluca, instalaciones de la universidad estatal y el Parque de los Ciervos. Estos terrenos tampoco serán reclamados por los comuneros.

Queremos hacer pública esta situación para que se dejen de transmitir propiedades malamente y advertir a quienes quieran adquirir terrenos en esta superficie para que revisen los antecedentes de la propiedad y que así no haya más empresas y personas involucradas en estos actos irregulares, subrayó Edmundo Ruiz.