José Antonio Farrera participa con una obra en la exposición monotemática del Munal
la incomodidad cercana a lo angustiantedel desnudo masculino
El machismo es lo que más limita el desarrollo de esa vertiente artística aquí, dice a La Jornada
Comparte espacio con obras de Cézanne, Bacon y Warhol provenientes del Museo de Orsay
Domingo 4 de mayo de 2014, p. 6
Seguimos siendo una sociedad machista. Esto es lo que más limita el tema del desnudo masculino en el arte en México. Incluso implica un viso homosexual
, opina el pintor José Antonio Farrera (DF, 1964), quien muestra el retrato que hizo de su padre, titulado La obviedad del poder, en la exposición El hombre al desnudo: dimensiones de la masculinidad a partir de 1800, en el Museo Nacional de Arte (Munal).
Es un tema difícil de proponer como artista y difícil de aceptar para el espectador, incluso para la crítica especializada. En mi caso, ha sido afortunado
, señala con motivo de la invitación que recibió para participar en la exposición colectiva en la que comparte espacio con obras prevenientes del Museo de Orsay, con nombres como Paul Cézanne, Francis Bacon y Andy Warhol.
Un lienzo en gran formato, mide 1.80 por 2 metros, con una imagen inquietante
retrata al poder ejercido y la exclusividad de la violencia del Estado. Pero, también el poder del macho, de la especie. Aún somos una sociedad machista, aunque digamos que no. Somos homofóbicos y tenemos la idea del hombre proveedor en la estructura política del país
.
La obra la realizó en 2010, año del enarbolado bicentenario, como una reflexión sobre el poder político en México, donde ha existido un poder paternal, pero de un padre castrante y proveedor al mismo tiempo. Obviamente, traté de significar al machismo. Por eso, la pose del personaje es muy altiva, tomada desde un horizonte muy bajo, para crear una imagen contundente
.
Describe el óleo con un fondo muy oscuro, con tonos casi negros, de donde surge la figura del hombre realizada con mucho color y materia. Creo que sugiere más una actitud falocéntrica, que una cuestión que tenga que ver con el erotismo. El cuerpo está trabajado en forma muy gestual, en función de la forma. El retrato no es muy cercano al modelo, pero dí prioridad a la construcción del cuerpo desnudo, más que al rostro
.
En 2002 realizó retratos de su padre y su madre desnudos, como parte de un ejercicio para revisar el tema en la historia del arte. Tras investigar, el único que tiene retratos de su madre es el británico Lucian Freud.
Modelos no profesionales
Egresado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, Farrera ha abundado en su obra el tema del desnudo, como se mostró en su más reciente exposición individual en la Galería Aldama Fine Art, donde el año pasado exhibió desnudo femenino.
En proporción, examina, 20 por cierto de su obra de desnudos se ha tratado de modelos varones. Además de su padre, sólo un vecino, dos amigos y un primo han accedido a posar, porque parte de la propuesta artística de Farrera es no utilizar modelos profesionales. Retratar una incomodidad cercana a lo angustiante
, la reacción humana, es uno de los objetivos.
Tensión y sexualidad contenida
El hecho de la dificultad del desnudo masculino, afirma Farrera, es una cuestión social
. Comenta, por ejemplo, al ver un hombre en la calle, si hace 10 años se hubiera acercado para decirle: Disculpe, soy pintor y me gustaría retratarlo desnudo
, se hubieran asustado o simplemente no les habría interesado.
Al reflexionar sobre el tema, concluye que lo que le angustia a una mujer al posar desnuda es que con frecuencia no están satisfechas con su cuerpo. En el hombre desnudo no es esa su preocupación. Pero sí la posible tensión sexual, lo que implica estar desnudo frente a otro hombre, la sexualidad contenida
.
No es mi caso, indica el artista. Yo veo una obra, la pintura. Evidentemente el espectador o el crítico no es así. Lo que ven es el tema
.