En el Instituto Politécnico Nacional (IPN) el espíritu emprendedor innovador es un rasgo que queremos hacer distintivo. Es justamente una pieza clave para que el Politécnico, con su capacidad de liderazgo, sea una pieza de suma importancia para México en la economía del conocimiento, donde la innovación impulsa el desarrollo, señaló Óscar Jorge Súchil Villegas, secretarío de extensión e integración social del instituto.

El funcionario fue entrevistado luego de que la semana pasada el IPN obtuvo el Premio Nacional del Emprendedor 2014, en la categoría de Instituciones educativas que impulsan el espíritu emprendedor, por el impacto económico y social que desde su creación ha tenido su Centro de Incubación de Empresas de Base Tecnológica (CIEBT).

Con el fomento de la cultura emprendedora, el IPN busca dar a los alumnos desde las aulas la oportunidad de decidir si van a ser empleados o quieren ser formados como empleadores.

El trabajo de la incubadora del Poli, que tiene más de 10 años trabajando, consiste en crear nuevas empresas de innovación y desarrollo tecnológico. Es un espacio físico en el que expertos acompañan a los emprendedores desde la concepción de la empresa hasta la formación legal y el lanzamiento de los productos al mercado. En el camino los prototipos de laboratorio se convierten en prototipos comerciales, que luego se vuelven productos en el mercado. De acuerdo con Súchil, se han creado más de 300 empresas a partir del modelo de esta incubadora y se han generado alrededor de mil 400 empleos. El CIEBT está abierto a todo el público y también incuba negocios tradicionales.