Dos veces cayó Jorge Travieso Arce cuando fue noqueado por el filipino Nonito Donaire en diciembre de 2012. Después del combate se despidió con tristeza y con la resignación de que su carrera fulgurante había llegado a su fin. Un año después, volvió a subir a un cuadrilátero, tal vez por ese síndrome de abstinencia que atormenta a los peleadores veteranos y que les impide retirarse a tiempo –admite el sinaloense–, porque el boxeo al final es como una droga dura: intoxica y fascina.

Esta primavera no sólo está lejos de aceptar la jubilación, sino además está en el umbral de una misión que reconoce descabellada, pero posible: pelear por el sexto título en un peso diferente. Después, entonces sí, el retiro.

Pero conseguirlo implicará vencer al campeón mundial pluma del Consejo Mundial de Boxeo, Jhonny González. Un peleador con clase, duro, técnico y con pegada poderosa –describe el propio Arce–, pero a quien está seguro de que puede vencer.

Jhonny ya dijo que sí está interesado en el combate, aunque matiza que en términos de boxeo puro no tiene nada que ganar, pues sus objetivos apuntaban más a la revancha, hoy cancelada, contra Abner Mares. Lo que no niega es que enfrentar a Arce le daría mayor audiencia como boxeador.

Yo creo que por eso todos quieren pelear conmigo, dice el Travieso. Jhonny es un gran campeón, pero no ha tenido gran proyección y por eso no ha llegado al nivel de las grandes bolsas, porque un boxeador es lo que es y también lo que vende.

El Travieso no se siente ofendido porque el campeón no lo vea como un reto serio en términos boxísticos, pues dice que a esta altura de su carrera ya no está obligado a convencer a nadie.

Jhonny González está en su derecho de minimizarme, sostiene sin rencor. Porque él es campeón mundial y yo por ahora no soy nadie, pero le previene que tiene la capacidad de lograr esa victoria y entonces se arrepentirá.

Hay un obstáculo que Arce piensa será salvable: ambos pertenecen a promotoras distintas con patrocinios y contratos con televisoras en competencia comercial. Lo más importante, considera el sinaloense, es que Jhonny quiere la pelea y su promotora lo apoya.