La venta de combustibles representa el mayor ingreso para Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), al recaudar 38 mil millones de pesos en 2012. Sin embargo, los gastos operativos le generan una utilidad negativa de 150 millones de pesos anuales.

De acuerdo con el Programa Institucional de ASA para el periodo 2013-2018, que se publicó ayer en el Diario Oficial de la Federación, el gasto más significativo son los salarios y servicios personales, que representan 53 por ciento de los costos, seguido de los generales, con 34.

La utilidad generada por la venta de combustibles está alrededor de 550 millones de pesos anuales, lo cual es resultado principalmente de la aplicación de la tarifa del servicio de suministro, que se encuentra entre 10 y 15 centavos de peso por litro.

Detalla que de acuerdo con diversos análisis comparativos con tarifas internacionales, el costo actual por el servicio de suministro de combustibles es bajo y, por tanto, no cubre los requerimientos de operación e inversión para los siguientes años.

El costo total del combustible está compuesto por el precio del producto refinado, un cargo por manejo de Pemex y otro por la transportación hacia los aeropuertos. Estos componentes, de acuerdo con el comparativo con otros mercados, deben ser optimizados a fin de ofrecer un producto más competitivo a nivel internacional, en particular con Estados Unidos.

Señala que actualmente la industria de la aviación es uno de los componentes principales que estimula la comunicación y el intercambio de bienes y servicios a escala internacional.

En 2013, a nivel mundial, presentó ganancias por 13 mil millones de dólares. Para el cierre de este año estima que las utilidades lleguen a unos 19 mil millones.

Según el documento, el aumento en el precio del petróleo en 2008 y la epidemia de influenza AH1N1 provocaron una caída en los ingresos de las aerolíneas, que las llevaron a tener números rojos, “lo que trajo en consecuencia la quiebra de empresas o la suspensión de actividades, como fue el caso de Aerocalifornia, Aviacsa, Alma de México y Mexicana de Aviación.

A partir de esas circunstancias se inició una recuperación del movimiento de pasajeros y operaciones a nivel nacional e internacional con 16 por ciento de crecimiento en pasajeros transportados, agrega.

El programa señala que como parte del desarrollo de proyectos aeroportuarios, el gobierno federal busca ampliar y mejorar la conectividad en la transportación aérea, para lo cual se comprometió a modernizar el aeropuerto de Chetumal, como una apuesta para generar mayor infraestructura para Quintana Roo.

Plantea terminar y poner en marcha el aeropuerto de carga de Nuevo Laredo; desarrollar la aviación general del aeropuerto de Hidalgo; construir un aeropuerto en la región del Istmo, lo que permitirá el desarrollo de la región e incrementará la infraestructura en el Istmo de Tehuantepec. Modernizar el aeropuerto El Lencero en Jalapa y rehabilitar y modernizar el aeropuerto de Atlangatepec, Tlaxcala”.