El escritor inglés John Berger, el sociólogo mexicano Pablo González Casanova y los dirigentes Hugo Blanco Galdós de Perú y Carlos González de México manifestaron su “más profunda indignación frente a las agresiones que están sufriendo nuestros compañer@s, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en el caracol de La Realidad”.

Invitados por el EZLN para participar durante la primera semana de junio en el seminario Ética contra el despojo, los intelectuales expresaron: “A lo largo de los 20 años de existencia pública del EZLN hemos constatado que desde el 12 de enero de 1994, a pesar de un sinnúmero de provocaciones, los zapatistas se han comprometido con una profunda voluntad político-ética de no permitir el enfrentamiento entre indígenas.

Ahora, una organización que se hace llamar a sí misma CIOAC Histórica está siendo utilizada por los gobiernos estatal y federal como brazo paramilitar para agredir a nuestros compañeros, tratando de aparentar que se trata de un enfrentamiento intracomunitario. Así lo hicieron en Acteal, así lo hacen ahora. Solamente alguien muy mal intencionado puede caer en esa interpretación.

Esto ha traído en consecuencia, añaden, “el asesinato a mansalva del compañero José Luis Solís López, maestro de zona de la Escuelita ‘La libertad según las y los zapatistas’. Uno de nuestros votanes ha sido asesinado y otros han sido heridos”.

En un breve mensaje, concluyen: Exigimos que cesen ya, y definitivamente, estas agresiones en contra del proyecto civilizatorio más consolidado que existe en México y en el mundo. Un país y un mundo desgarrado por la violencia y el crimen promovidos desde el poder del dinero. A nuestros votanes les mandamos un mensaje: Todos sus alumnos estaremos con ustedes, a su lado, y no permaneceremos impávidos frente a estas agresiones. A los gobiernos les decimos ¡Ya basta!

En otro pronunciamiento, alumnos latinoamericanos de la Escuelita Zapatista de Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela y Bolivia expresaron: Estamos con la rabia sostenida y la tristeza congelada. La forma y método de emboscar y asesinar, paralelamente a la destrucción de bienes materiales colectivos como el corte del suministro de agua de la población, los daños materiales a la Escuela y Clínica autónoma, así como los daños a sus vehículos de trabajo, no son sino acciones paramilitares enmarcadas en la estrategia táctico-militar de contrainsurgencia que aún se mantiene en Chiapas.

De manera similar se han pronunciado organizaciones y colectivos como Ya Basta, de Milán (Italia), la Central General de Trabajadores y el caracol de Zaragoza (estado español), así como los grupos catalanes Adhesiva Espai de Trobada i Acció, Educación para la Acción Crítica, Grupo de investigación en Derechos Humanos y Sostenibilidad y Connexió de Recursos per a l’Acció Comunitària.

En México, colectivos de Puebla, Distrito Federal y Guadalajara, la comunidad Ñathö de San Francisco Xochicuautla y el centro de derechos Tlachinollan de Guerrero repudiaron el asesinato de Solís López, compañero Galeano, y la agresión contra las bases zapatistas Romeo Jiménez López, Andulio Gómez López, Abacuc Jiménez López, Yadiel Jiménez López, Efraín, Gerardo, Ignacio, Esaú, Noé, Saúl, Elder Darinel, Héctor, Marín, Nacho y Jairo, todo ellos heridos durante el ataque ocurrido la tarde del pasado día 2 en la comunidad tojolabal de La Realidad.

Por último, los ejidatarios de la sexta de San Sebastián Bachajón denunciaron que los paramilitares que asesinaron al compañero zapatista Galeano (Solís López), representan la manera en que el mal gobierno quiere acabar con la autonomía de los pueblos y las organizaciones que resisten al capitalismo. Así asesinaron a nuestros compañeros Juan Vázquez Guzmán, el 24 de abril de 2013, y a Juan Carlos Gómez Silvano, el 21 de marzo de 2014, para acabar con nuestra lucha pacífica que es por tierra y libertad para el pueblo.