Con una disertación sobre La Ilíada, de Homero, el filósofo y escritor Hugo Hiriart ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua (AML). El guerrero después del duelo, agonizante, puede y aún suele pronunciar un discurso, mencionó en la sesión solemne efectuada en el Museo Nacional de Antropología, donde a través del poema épico hizo profundizar hasta los ritos funerarios, el alma y la sique.

En la muerte permanece el gravoso cuerpo, en esto hay unanimidad. Pero no hay siquiera mayoría de votos acerca de cierto elemento sutil, cierto soplo etéreo, cierto hálito delicado que no muere y tampoco nace y esta cosita ingrávida abandona el cuerpo y se va más allá. Los griegos la llamaron sique, nosotros la llamamos alma, afirmó.

¿Qué es eso que deja el cuerpo a la hora de nuestra muerte? ¿A dónde va la sique? ¿Cómo es la tierra de los muertos?, son interrogantes que afloraron desde la disertación. La sique homérica no corresponde a nuestra idea de alma o espíritu, aclaró el autor de Galaor.

La sique sobrevive a la muerte sólo en calidad de imagen, algo así como nuestro reflejo en el espejo.

Respuesta a cargo de Diego Valadés

El poeta Jaime Labastida, director de la AML, anunció el inicio de la sesión para el ingreso de Hiriart como académico de número en la institución que vela por la lengua española y la promueve. Tras el tintineo de la campana, el integrante debutante leyó su discurso. En la mesa de honor estaban los escritores Vicente Quirarte y Felipe Garrido.

El jurista Diego Valadés fue el encargado de responder a Hiriart, quien ocupa la silla número XVIII, para la que fue electo el 25 de octubre de 2012 y que dejó vacante el historiador Silvio Zavala, tras su retiro en 2011.

Todos estamos familiarizados con la versátil obra narrativa, dramatúrgica, ensayística y plástica de Hugo Hiriart. Conocemos la solidez de su cultura, la profundidad de su pensamiento y los encantos de su personalidad, fueron de las primeras palabras en honor del escritor, quien –mencionó Valadés– llega precedido por múltiples y merecidos reconocimientos, entre los que figuran el Premio Xavier Villaurrutia, por Galaor, el de la Asociación de Críticos por La Ginecomaquia, el Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón y el Nacional de Ciencias y Artes.

Hiriart se mostró abrumado por la presencia de los asistentes a pesar del clima, la ciudad y en esa hora de la noche. Pero sobre todo, confesó que le abrumaba ocupar la silla que fue del gran historiador de la conquista de México, don Silvio Zavala.

No hay muchas maneras de deshacernos de un cadáver, fue uno de los primeros planteamientos en el discurso preparado por el nuevo académico, quien nació en la ciudad de México en 1942 y realizó estudios de filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México y de pintura en la Escuela de Artes Plásticas La Esmeralda.

Así, con la cuestión del cuerpo ante la muerte y los ritos funerarios, llegó hasta el poema épico de Homero, con el penúltimo canto y el cuerpo de Patroclo en llamas en su funeral, ante un Aquiles dolorido por la muerte de su amigo.

“El tema de La Ilíada no es la guerra de Troya que duró 10 años y cuyo desenlace no figura en el poema, sino la trayectoria moral del héroe Aquiles de la furia a la compasión”, señaló Hiriart.

¿Qué pasa con la sique una vez que se desliga del cuerpo? La idea operativa es ésta: después de la muerte la sique vaga alma en pena sin poder entrar a hallar descanso en el Hades hasta que el cadáver al que pertenecía es purificado en la hoguera del ritual, definió.