Convertirse en el nuevo titular de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) es una posibilidad que el director Enrique Arturo Diemecke mira con buenos ojos.

Y es que el también compositor y violinista, nacido en la ciudad de México en 1955, figura entre los candidatos a ocupar esa plaza que se encuentra vacante desde julio del año pasado, tras la salida de la directora Gabriela Díaz-Alatriste.

Al menos así lo aseguró a La Jornada en febrero pasado el director de Difusión y Fomento a la Cultura del IPN, Daniel Leyva, quien anunció que todos los directores que participan como huéspedes con la orquesta estudiantil a lo largo de esta temporada serán evaluados para ocupar ese puesto.

De tal manera, otros de los aspirantes son Enrique Barrios, Román Revueltas, Armando Casanova, Rodrigo Macías, Iván López Reynoso, Guillermo Salvador y Juan Carlos Lomónaco; este último ya ocupó dicha responsabilidad.

El incómodo incidente de 2011

Enrique Diemecke toma con cautela la situación. Sobre todo, luego del incidente ocurrido con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México en 2011, cuando en abril de ese año las autoridades de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal anunciaron que él sería el director artístico de la agrupación y finalmente en julio tuvieron que dar marcha atrás, al no lograr un acuerdo.

Fue una situación muy incómoda. Hay que recordar que se filtró la noticia cuando aún estaban las negociaciones. Por como pasaron las cosas, muchos piensan que hubo mano negra, pero no fue así; sólo se precipitaron las cosas, explica el ex titular de la Sinfónica Nacional.

En entrevista, a propósito del concierto conmemorativo que dará al frente de la OSIPN el próximo miércoles 14 de mayo en el Palacio de Bellas Artes, Enrique Diemecke admite que sí tiene interés en hacerse cargo de los destinos de esa agrupación, aunque aclara que nadie se lo ha propuesto de forma directa.

Hasta ahorita, puedo decir con honestidad que estoy muy contento de ser el invitado de esta semana y de este acto tan especial de celebración; queremos hacer un concierto inolvidable. En lo que me concentro, entonces, es en el concierto de esta semana. Ésa ha sido siempre mi forma de ser a donde quiera que voy: concentrarme totalmente en el trabajo de la semana, explica.

Titular actualmente de las orquestas del Teatro Colón, de Buenos Aires, y de las sinfónicas de Long Beach y de Flint, en Estados Unidos, Enrique Diemecke se dice halagado por ser considerado para encabezar el conjunto politécnico, y destaca que se encuentra en un momento de su carrera que para él es muy importante: participar con organismos que se dediquen a la educación y el desarrollo de público.

En su opinión, el mundo de la música en general sufre bajas de audiencia, sobre todo por el papel que juegan las nuevas tecnologías, como las transmisiones de los conciertos vía streaming.

La falta de gente en las salas es un fenómeno preocupante que afecta por igual a Europa que a Estados Unidos, y es necesario diseñar estrategias para revertir esa tendencia. Es muy bueno que la gente pueda escucharnos desde su casa, pero los músicos no queremos tocar en salas vacías. La de la música en vivo es una experiencia incomparable, indica.

El concierto que la sinfónica del Politécnico ofrecerá en el Palacio de Bellas Artes el próximo miércoles, a las 20 horas, servirá para conmemorar el 55 aniversario de la Unidad Profesional Adolfo López Mateos del IPN.

El programa estará integrado por la Obertura Festival académico, de Johannes Brahms, y la novena sinfonía de Ludwig van Beethoven. Como solistas participarán los cantantes Margarita Estrada, Oralia Castro, José Luis Ordoñez y Óscar Velázquez, además de los coros del Teatro de Bellas Artes y el Alpha Nova del IPN.

Para Enrique Diemecke ésta representa una ocasión muy especial, no sólo por ser la primera vez que dirige la OSIPN. También porque significa su regreso a la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, después de poco más siete años y medio de ausencia.

Su último concierto en ese escenario fue el 26 de noviembre de 2006, cuando se despidió de la Orquesta Sinfónica Nacional, tras haberla dirigido durante 16 años.

Me siento sumamente emocionado. Aún me está cayendo el 20, aunque como director de orquesta uno se entrena para controlar un poco las emociones, para no ponerse nervioso y que esto opere en su contra, precisa.

¡Regreso a Bellas Artes, donde estuve 20 años, cuatro en la ópera y 16 con la Sinfónica Nacional! Siento emoción y cierta nostalgia, en buen sentido. Nostalgia por el cariño y el amor que tuve y compartí con mucha gente allí, y que dimos y nos dio mucha vida, concluye el director.

Este mismo programa será repetido por la agrupación estudiantil el sábado 16 de mayo, a las 13 horas, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Centro Cultural Jaime Torres Bodet, en Zacatenco.