En México, la fibromialgia, enfermedad crónica que se caracteriza por dolor musculoesquelético y fatiga crónica, es un padecimiento invisibilizado y mal diagnosticado en los centros de salud pública del país, manifestó Verónica Scutia, presidenta de la Red Internacional de los Derechos de los Enfermos Ola Azul, quien padece el mal.

Señaló que la fibromialgia ha sido declarada formalmente la epidemia dolorosa del siglo XXI en México, desde 2008. Es una epidemia que ha sido invisibilizada, para la que no hay políticas públicas ni acciones contundentes para contenerla.

En conferencia de prensa, a propósito del Día Mundial de la Fibromialgia, aseveró que en el país, se estima, hay aproximadamente 6 millones de personas que padecen esa enfermedad.

Además, apuntó, es un padecimiento de género, ya que nueve mujeres por cada hombre la tienen, y afecta principalmente a personas de entre 20 y 50 años.

Explicó que el malestar también está asociado con lupus, diabetes, VIH, hepatitis C, artritis, disfunciones tiroideas y cáncer, entre otras.

Cuando me revisaron los médicos me comentaron que se trataba de una enfermedad inocua, que se controlaba con un cambio de vida y pensamiento positivo. Ningún especialista pudo explicar el empeoramiento vertiginoso que presenté.

Manifestó que en la asociación que preside han llegado casos similares. Incluso el de una persona mal diagnosticada, quien estuvo a punto de ingresar a un siquiátrico porque la trataban como enferma mental. Lo único que le dieron fueron sicotrópicos y antidepresivos.

Abundó que, de acuerdo con una encuesta que realizaron a más de 200 enfermos vía Internet, 69 por ciento respondieron que han sufrido violencia y discriminación por padecerla.

Los resultados del estudio hablan de un problema social, no sólo de salud pública con costos socioeconómicos incuantificables, pues no existe nada para contener esta epidemia que padecen al menos 6 millones de enfermos, pero que impacta directamente en las diversas esferas. Los enfermos nos estamos enfrentando a una discriminación sin precedente, insistió.