Zohelio Jaimes Chávez fue un dirigente cafetalero que se distinguió por su lucha en favor de los productores de Guerrero. Fue pionero en la exportación de café orgánico y mantuvo una postura firme contra la siembra de maíz transgénico, destacaron ex dirigentes de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca) y Ana de Ita, del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam.

Durante el foro organizado por Casa Lamm y La Jornada para recordar la trayectoria del dirigente campesino, quien falleció el mes pasado a los 62 años, se narraron anécdotas sobre la semblanza del dirigente fundador de Unorca, la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, la Unión Regional de la Costa Chica y la Coalición de Ejidos de la Costa Grande de Guerrero.

Ana de Ita recordó el recorrido que en la parte trasera de una Pick up realizó con Jaimes Chávez por la sierra de Atoyac. En el trayecto, dijo, “varias veces pidió al chofer que se detuviera, y me mostraba que en este o aquél sitio Lucio Cabañas se enfrentó a los militares y donde lo detuvieron; relataba la matanza en Atoyac (1967) y del ‘aplastamiento de la guerrilla’”.

Zohelio, hijo de un campesino cafetalero, brindó confianza a los productores del grano y fue uno de los pioneros en la exportación de café orgánico; luchó contra los caciques y se mantuvo crítico ante el gobierno y su política; fue asesor del EZLN, donde lo recibieron con la frase: bienvenido, Zohelio, segundo guerrillero más buscado de las listas de (Mario Arturo) Acosta Chaparro, general que se encargó de las operaciones represivas contra la guerrilla de Lucio Cabañas, entre otras.

Alberto Gómez Flores, ex dirigente de la Unorca y representante de la región norte de Vía Campesina, habló de las luchas que emprendió junto con Jaimes Chávez y de su participación en los 10 días de huelga de hambre que sostuvieron varios de los integrantes de la organización en el Ángel de la Independencia, en 2003, y en la posterior marcha del 31 enero, así como su activismo en el movimiento El campo no aguanta más. Zohelio me dijo que era su quinta huelga de hambre, comentó.

Destacó que una de las acciones que emprendió el guerrerense, originario de la comunidad San Francisco del Tibor, Atoyac, fue el impulso a la participación de los jóvenes. Fue un hombre que luchó y transformó, que se identificó con la conciencia de la Unorca.

Antes de concluir el encuentro, Zohelio Jaimes hijo leyó la carta que recibió de su padre en marzo de 1998, en la cual lo exhortó a dejar huella en su paso por la vida: que tu existencia sirva a los demás; lo importante es la acción, la entrega, el compromiso y la pasión, sin olvidar tus orígenes ni a los demás.